En la tarde del 20 de octubre, aun en medio de un apagón electroenergético nacional, el huracán Oscar, con categoría 1, permaneció durante algo más de 24 horas sobre la zona nororiental de la isla, acompañado de fuertes vientos, intensas lluvias y crecidas de ríos, y durante su paso, además de afectaciones materiales, causó la muerte a ocho personas.
Dos semanas más tarde, el 5 de noviembre último, Rafael, el onceno huracán de la presente temporada—comprendida del 1 de junio al 30 de noviembre— tocaba tierra en la parte occidental de la mayor de las Antillas con categoría 3 y en su trayectoria ocasionó enormes daños a la infraestructura, principalmente, de las provincias Artemisa, La Habana y Mayabeque.
Fabio Fernández, doctor en Ciencias Históricas y profesor de la Universidad de La Habana (UH), refirió a Sputnik que esta situación acentúa las dificultades sobre la ya "coja" economía cubana, pues desde hace varios años esta "no crece en la dimensión necesaria" y, por supuesto, los efectos negativos de los eventos meteorológicos "recrudecen el escenario de crisis estructural".
El académico añadió que, durante su tránsito por el occidente, el huracán Rafael afectó a territorios significativos dentro de la producción agrícola en el país y con gran responsabilidad para el abastecimiento, por ejemplo, de la capital; sumado a perjuicios materiales sobre importantes centros productivos habaneros.
En este sentido, según los reportes de las autoridades, los cultivos más perjudicados fueron los de plátanos, yuca, granos, arroz, maíz, soya y plantaciones frutales, sobre todo, de mango y guayaba.
¿Cómo puede recuperarse la isla?
Para Fernández la recuperación del país pasa por dos vías, en primer lugar, la capacidad del Gobierno de movilizar los pocos recursos existentes y aquellos que arriben a la nación caribeña como parte de la cooperación y solidaridad internacional en la resolución de los problemas más urgentes derivados de la afectación de estos fenómenos naturales.
Pero, sobre todo, "la gran solución estaría en asumir un camino claro de transformaciones estructurales que pongan al país en mejores circunstancias, frente a estos eventos" ya que la mayor de las Antillas, por su ubicación geográfica, recibe el impacto continuo de tormentas tropicales y ciclones.
"Debemos apostar por una economía lo más robusta posible que permita la pronta recuperación, tras esos embates. Hace bastante tiempo están delineadas, desde la academia y en documentos que debían funcionar como normativas en la acción gubernamental, las estrategias encaminadas hacia un escenario mejor. Está sobre la mesa la posibilidad, pero hay que tener valentía política a la hora de implementar ese programa", expresó el académico.
Igualmente, mencionó dentro de los aspectos más "terribles" de la situación actual la desconexión nuevamente del sistema electroenergético nacional por los fuertes vientos de Rafael "lo cual evidencia la debilidad de su infraestructura, pues durante el paso de otros fenómenos similares esto no ha ocurrido".
No obstante, a diferencia de la vez anterior —coincidente con el paso de Oscar por el oriente de la isla— "en este contexto, existieron condiciones para una reconexión más rápida y eso es un alivio".
En este sentido, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, informó, en la mañana de este viernes 8 de noviembre durante una reunión para evaluar las labores recuperativas, que el sistema está ya sincronizado y se trabaja en las provincias occidentales en el celaje de circuitos, el levantamiento de postes y el tendido eléctrico.
De igual manera, en ese mismo intercambio, el presidente, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, precisó que las prioridades en esta etapa son la recuperación eléctrica, bombeo de agua, saneamiento, distribución de la canasta básica, cosecha de los cultivos y el levantamiento de los daños.
Impacto económico
Según el economista cubano Omar Everleny Pérez, asesor académico del Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo, la paralización de las actividades productivas y de la mecanización agropecuaria asociada a la falta de electricidad, sumado a la escasez de combustible para arar las tierras y ahora las secuelas de Rafael sobre los cultivos determinará "el decrecimiento de la economía este año".
"No existe magia alguna que conlleve al incremento de la misma. Esto significa que seguimos estancados respecto a ese indicador, con una considerable afectación social. La situación del poder adquisitivo de los cubanos no mejora por, entre otras causas, la ausencia de oferta de bienes y la inacción de las industrias", aseguró.
Aunque el tránsito de Rafael no causó la muerte de ninguna persona, sí sus efectos representaron pérdidas millonarias para la economía del país, por ejemplo, en La Habana ocurrieron más de 400 derrumbes totales y parciales, mientras afectó cerca de 3.300 viviendas en las provincias de Artemisa y Mayabeque.
Por si fuera poco, la 40 Feria Internacional de La Habana (FIHAV-2024), valorada como un espacio ideal para la materialización de acuerdos y la presentación de las oportunidades que ofrece la isla a los inversores foráneos, debió suspender sus actividades a solo dos días de su inauguración, el pasado 4 de noviembre.
De acuerdo con el ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (Mincex), Oscar Pérez-Oliva, el recinto ferial ExpoCuba, sede de esta reconocida feria comercial, también sufrió los embates del huracán, especialmente en dos de sus pabellones, unido a la caída de árboles y la interrupción de servicios de agua potable, electricidad y telecomunicaciones.
Si bien este año FIHAV reunió a representantes de unas 700 empresas de 63 países, con un enfoque orientado a la promoción del financiamiento externo en un escenario de grave crisis económica y energética del país, el fenómeno meteorológico provocó su interrupción y, dada esta experiencia, se decidió trasladar el evento a otra etapa del año.
Solidaridad internacional
Rafael tocó tierra artemiseña poco después de las cuatro de la tarde por Playa Majana, ubicada a 75 kilómetros al suroeste de La Habana, con intensas lluvias y vientos de hasta 185 km/h, y alrededor de cuatro horas después dejó la isla por la Bahía de Cabañas.
Luego de su paso, comenzaron las muestras de solidaridad con la nación antillana procedentes de países como México, Venezuela, Colombia, Bolivia y China y de organizaciones regionales como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP)
Este 8 de noviembre, durante una reunión de la Comisión Intergubernamental Rusia-Cuba, el viceprimer ministro de la nación euroasiática, Dmitri Chernishenko, anunció el envío de 80.000 toneladas de diésel, como apoyo a la isla frente a la crisis energética.
"Por instrucciones de nuestro presidente Vladímir Vladímirovich Putin, Rusia está dispuesta a prestar a la hermana Cuba ayuda de emergencia debido a la actual situación en el sector energético de la isla. Incluye unas 80.000 toneladas de gasóleo por valor de 60 millones de dólares", comunicó el alto funcionario.
Además, ese país asignó una "ayuda por valor de dos millones de dólares para la entrega de los equipos que más se necesitan, los cuales estamos preparando para traer a través del Ministerio de Situaciones de Emergencia. Me refiero a kits de reparación para el sistema energético", detalló.
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