Rusia solía abastecer con el titanio al gigante industrial estadounidense Boeing en un tercio, al europeo Airbus en casi un 50% y al brasileño Embraer en casi un 100%. En 2023, los envíos rusos a EEUU se redujeron cinco veces (a 47 millones de dólares), pero los europeos siguieron con importaciones (que sumaron casi 250 millones de dólares), declara el director general del promotor industrial Zapusk Group, Alexéi Ravinski.
Además, Rusia es el tercer productor mundial de titanio, por detrás de China y Japón, con una cuota del 6%. La corporación rusa VSMPO-AVISMA controla cerca de una cuarta parte del mercado global de productos elaborados con este metal, mientras que la empresa Nornickel acapara el 40% de la producción mundial de paladio.
"Las sanciones golpearán en primer lugar a las industrias de alta tecnología de Francia, Alemania y el Reino Unido [aeronáutica, espacial y automovilística]", señaló la profesora economista de la Universidad Estatal de Gestión, Svetlana Sazánova.
A su juicio, mientras Londres puede sustituir al titanio ruso mediante la ampliación del desarrollo de yacimientos canadienses y australianos, Berlín y Paris tendrán que buscar otros proveedores "más costosos".
En cuanto al paladio, ese metal llega a la Unión Europea (UE) principalmente de Rusia, y las restricciones provocarían una grave escasez de materias primas para los catalizadores, añadió el profesor especializado en combustibles y energía del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, Piotr Chuvajin.
En su opinión, Europa podría intentar reorientarse hacia Sudáfrica, Zimbabue o Canadá, pero sus potenciales son limitados y, a corto plazo, no compensarían la caída de las importaciones.
El primer productor global de titanio, China —con 110.000 toneladas anuales, o el 46% de la producción mundial— tampoco puede ayudar a Europa, ya que casi todos estos volúmenes son absorbidos por el mercado interior, según el financista y funcionario de la UNESCO, Vadim Petrov. A su vez, Japón (40.000 toneladas o el 17% de la producción mundial) tampoco está en condiciones de incrementar rápidamente los suministros al espacio europeo, añade.
Los mercados mundiales del paladio ya han reaccionado a la noticia divulgada por el medio Bloomberg con una subida del precio de casi el 25% y superando por primera vez los 1.250 dólares por onza troy en 2024. Las sanciones harían subir los precios otro 50%, con las correspondientes consecuencias para la industria, con el cierre de líneas de producción y el retraso de la fabricación de aviones entre 6 y 12 meses, pronostican analistas.
Aunque en teoría el paladio podría sustituirse por platino, esto implica complejidades tecnológicas y costos crecientes, mientras que ampliar el procesamiento y reciclaje del metal también requiere tiempo e inversiones, advirtió Petrov.
Las sanciones antirrusas ya han golpeado a las principales economías de la Unión Europea, empujándolas a la recesión e incluso dando inicio a la desindustrialización, como en el caso de Alemania. Así, según la agencia Eurostat, de julio de 2023 a julio de 2024, la producción industrial en la eurozona disminuyó un 2,2%, y en la UE, un 1,7%. En este contexto, las posibles restricciones al titanio y al paladio rusos solo podrían augurar al continente nuevas dificultades económicas y recesión.
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