El 29 de octubre, el camarógrafo del diario ruso Izvestia Vladímir Borovikov publicó un video en su canal de Telegram en el que informó que fue interrogado durante 10 horas en un aeropuerto de Washington y que no le devolvieron su teléfono ni siquiera después de abordar el avión.
"Después de completar los trámites y los procedimientos para obtener los permisos de entrada, tal trato a los periodistas contradice los principios de la libertad de prensa. Por supuesto, esto es inaceptable para nosotros", enfatizó Peskov ante la prensa y agregó que Moscú espera recibir información más detallada.
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, denunció que las autoridades estadounidenses no informaron a la Embajada de Rusia en Washington sobre la detención de los periodistas que llegaron a cubrir las elecciones presidenciales de EEUU.
Según la vocera, los periodistas rusos llegaron allí "en total conformidad con los documentos emitidos".