Según el periódico, su condición de salud era extremadamente grave.
"Además de insuficiencia renal y diabetes, también tenía demencia", afirma Hurriyet.
A su vez, el ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, confirmó la muerte de Gulen.
"Nuestras organizaciones de inteligencia confirman su muerte", afirmó Fidan en una rueda de prensa.
Fetullah Gulen vivía en una especie de autoexilio desde 1999 en el estado estadounidense de Pensilvania.
El movimiento gulenista, Hizmet (Servicio), que coopera con escuelas privadas y universidades en más de 150 países, es para el Gobierno turco "organización terrorista de Fetullah Gulen [FETO]" y una especie de "Estado paralelo" detrás del fallido golpe de Estado que se saldó con 240 muertos, sin contar a los amotinados, y casi 2.200 heridos.
Gulen rechazó de plano esas acusaciones y en su momento insistió en crear una comisión internacional para investigar la asonada. El teólogo supuso que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se aprovecha de la situación para dar un golpe blando contra la Constitución.
Decenas de miles de personas fueron detenidas, ingresadas en prisión y suspendidas de sus cargos tras el fallido golpe de Estado al que siguió un estado de excepción por tres meses.
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