"Los nazis ucranianos cometieron un nuevo crimen contra la Iglesia ortodoxa ucraniana [supeditada al Patriarcado de Moscú]: tomaron con uso de la violencia la catedral del Arcángel Miguel, situada en Cherkasi", declaró Zajárova.
El texto de su declaración se publica en la web del Ministerio de Exteriores de Rusia.
Los asaltantes usaron pistolas y balones de gas contra los feligreses, incluidos mujeres, niños y ancianos, expulsándolos de la catedral e interrumpiendo el oficio divino. El metropolita Teodosio de Cherkasi y Kánev sufrió lesiones y fue hospitalizado.
La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, el relator especial del Consejo de la ONU para los Derechos Humanos y Libertad de Conciencia, la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la OSCE y el representante personal de la Presidencia de la OSCE para la Lucha contra la Intolerancia y la Discriminación, en particular, de los cristianos siguen guardando silencio, constató Zajárova y señaló que tal connivencia se percibe por Kiev como un incentivo para seguir cometiendo los crímenes.
"La parte rusa sigue reuniendo las pruebas de los indignantes crímenes que Kiev comete, en particular, contra la Iglesia ortodoxa (...). Instamos a la comunidad internacional a condenar la sacrílega guerra que Kiev está librando contra la Iglesia ortodoxa ucraniana", resumió Zajárova.
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