A mediados de septiembre, Amazon informó a sus trabajadores remotos que debían regresar a la oficina cinco días a la semana, con lo que puso fin a su política de trabajo híbrido instaurada tras la pandemia de COVID-19.
En un memorándum para el personal, el director ejecutivo de la compañía, Andy Jassy, informó que el cambio entrará en vigor en enero de 2025.
Pero Amazon no es la única compañía importante que está exigiendo a sus trabajadores que regresen a la oficina. De acuerdo con una nota del medio estadounidense
The Hill,
JP Morgan y Goldman Sachs están implementando mandatos para el regreso completo a las oficinas.
Además, otras empresas, de acuerdo con el artículo, estarían implementando "tácticas diferentes" para orillar a los trabajadores a volver al trabajo presencial.
Un ejemplo es la multinacional estadounidense de desarrollo y venta de ordenadores personales, servidores, programas informáticos, etc., Dell, que le ha dicho a los trabajadores remotos que ya no serán considerados para ascensos, según el artículo. De esa manera, indica, el personal que desee ser promovido deberá trabajar en la "oficina aprobada" más cercana al menos tres días a la semana.
El artículo de The Hill recoge información de diversas investigaciones que dan cuenta de que el trabajo remoto puede estar directamente relacionado con el bienestar de los empleados.
Uno de los trabajos citados es el de Tracking Happiness, que en 2022 encontró que la capacidad de trabajar de forma remota aumenta la felicidad de los trabajadores hasta en un 20%.
En contraste, los trabajos de investigación académica no han encontrado mayores beneficios respecto al trabajo presencial. Por ejemplo, un estudio de la Universidad de Pittsburg encontró que volver a la oficina no es mejor para la productividad, que a menudo es el principal argumento de los patrones que buscan convencer a sus trabajadores para que retornen a las oficinas.
Con todo eso, resalta el artículo, las empresas insisten en que los trabajadores regresen a los escritorios, tal como hicieron en 2019.
Entre sus principales alegatos destaca, además de la productividad, que existen "diversas debilidades" en el trabajo virtual, como una toma de decisiones más lenta y falta de "aprendizaje y creatividad espontáneos", según un ejecutivo de JP Morgan citado por el medio.
Un nuevo
estudio apunta que el trabajo remoto permite a los empleados "relajar" su enfoque laboral.
"Casi la mitad (46%) afirma que realiza varias tareas a la vez durante las llamadas de trabajo. Las compras en línea, las redes sociales y la limpieza fueron los principales culpables. El mismo número de personas afirmó que realiza tareas domésticas durante sus horas de trabajo. El 20% dijo que toma siestas, el 17% confesó que ve televisión o juega videojuegos y el mismo número reveló que trabaja desde un lugar diferente sin decirle a nadie".