"Condenamos una vez más este genocidio, la ocupación y la agresión permanente contra la vida y contra la dignidad del pueblo de Palestina, que se extiende ahora en contra del pueblo del Líbano, y amenaza gravemente a Siria, Yemen e Irán, poniendo en peligro la paz y la seguridad de la región y del mundo", se lee en el comunicado.
En el escrito, el Gobierno nicaragüense acusó que Tel Aviv atenta contra de la dignidad y la vida del pueblo palestino.
"En solidaridad permanente con el pueblo y Gobierno de Palestina, con los pueblos que sufren el martirio, la destrucción y la barbarie, y en estricto apego al Derecho Internacional y a las Convenciones que rigen las relaciones civilizadas entre Estados y Gobiernos del Mundo, el Gobierno de la República de Nicaragua rompe toda relación diplomática con el Gobierno fascista de Israel".
Previo a la confirmación, la vicepresidenta, Rosario Murillo, indicó que fue el propio presidente, Daniel Ortega, quien dio la orden de romper lazos con el país hebreo, tras la solicitud del Parlamento.
Durante un enlace con el Canal 4 de Nicaragua, Murillo cuestionó también el papel de los organismos internacionales garantes de paz.
"¿Para qué sirven entonces esos llamados organismos internacionales que condenan a quienes no se subordinan? No nos subordinamos a los imperialistas de la tierra, y ven impasibles el fascismo y la intención de exterminar a pueblos luchadores, combatientes por la justicia, por la verdad, por los derechos", dijo.
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