"El Gobierno argentino tiene el síndrome de Estocolmo con Reino Unido"

El Reino Unido aceptó devolver el archipiélago de Chagos a Mauricio. El anuncio de la cesión de este territorio, realizado en una declaración conjunta de los primeros ministros de ambos países, pone fin a décadas de negociaciones. Los británicos ocupaban ilegalmente las islas desde 1968 y es un antecedente a tener en cuenta para la causa Malvinas.
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"Esto no es algo que hizo voluntariamente el Reino Unido. No es un proceso de descolonización de ellos, porque durante muchos años se han resistido. En reiteradas ocasiones hubo votaciones en la ONU y cada vez eran más los votos a favor de Mauricio y los chagosianos, y menos en favor del país europeo", aseguró a Séptimo Piso Daniel Filmus, exsecretario de Malvinas, Antártida e Islas del Atlántico Sur y exministro de Ciencia y Tecnología.

"Independientemente de este antecedente, Argentina tiene que hacer lo contrario a lo que hizo la canciller Diana Mondino, que en el último comunicado conjunto con Reino Unido, les dijo que no importaba que los británicos ocuparan alguna parte de nuestro país y que les íbamos a favorecer la pesca. Ella tiene el síndrome de Estocolmo. Es un paso atrás enorme, como también lo es la votación de nuestro país en las Naciones Unidas", agregó.

Filmus recordó que Argentina hace 200 años viene reclamando la soberanía de Malvinas y consideró que nuestro país tiene que seguir haciendo el reclamo ante los organismos internacionales y buscar la solidaridad de todos los países del mundo.
Por otro lado, hace algunas semanas, la canciller Diana Mondino cerró un acuerdo con Reino Unido sobre las Malvinas, para reanudar los vuelos desde San Pablo, Brasil, con escala en Córdoba.
"A los británicos no les interesa la conexión con nuestro continente, les interesa el comercio. Estamos habilitando para que nos usurpen el comercio con América Latina", cerró Filmus.

"Israel está cruzando todas las líneas rojas del derecho internacional"

Aviones de combate israelíes lanzaron el 3 de octubre 73 toneladas de bombas sobre un búnker de Hizbulá en la periferia de Beirut para matar a Hashem Safiedín, presunto sucesor del ya abatido líder Hasán Nasralá. El ataque fue uno de los más intensos lanzados por Israel en las últimas dos semanas y, denuncian, afectó principalmente a civiles.
"Me tocó cubrir la guerra de los 34 días en 2006 y allí hubo operaciones militares, fallecidos y heridos. Sin embargo, al compararlo con la actualidad, notamos que la crisis humanitaria y la profundidad de este conflicto es mucho más grave. En los últimos tres días murieron 1000 personas, un número similar al de la guerra ocurrida hace 18 años. Además, hay un millón de desplazados", aseguró a Séptimo Piso, la periodista y corresponsal de guerra Karen Marón desde Beirut.
"Israel está cruzando todas las líneas rojas del derecho internacional. Esto significa atacar a escuelas, hospitales y personal de salud. Desmiento absolutamente lo que dice Israel sobre la precisión de los ataques, porque la mayoría de las muertes no son de combatientes, sino de inocentes", relató.
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