La producción industrial de Alemania cayó un 2,4% en julio, lo que pone de manifiesto los problemas de la mayor economía europea, que se contrajo otro 0,1% en el segundo trimestre, reporta el medio citando datos estadísticos.
El "principal motor" de la industria del país es la producción automovilística, que emplea a 780.000 personas, pero con Volkswagen planeando cerrar plantas y preparando despidos masivos, crece el desánimo, señala el medio. La raíz de ello, sugiere a su vez el canal alemán ZDF, es "la falta de nuevos pedidos, especialmente desde el extranjero".
En concreto, en agosto de 2024 la Autoridad Federal de Transporte Motorizado registró casi un 28% menos de matriculaciones que un año antes, con 197.000 automóviles nuevos. El descenso fue especialmente acusado en el caso de los vehículos eléctricos, que se redujeron un 69% respecto al año anterior, con solo 27.000 unidades nuevas.
"El ambiente en la industria automovilística está cayendo en picada (...) Por primera vez, en Alemania ya no se descarta el cierre de fábricas", procede del artículo del medio alemán.
Por su parte, Reuters recuerda que en el marco de la lucha por la reducción de costos en la empresa, la compañía hizo "un anuncio bomba" amenazando con suprimir las garantías de empleo, afirmando que solo disponía de uno o dos años para "dar la vuelta a la situación".
En tal contexto de la situación en el sector, el instituto económico Ifo prevé un crecimiento cero para la economía alemana en 2024 en lugar del 0,4% anterior, y solo un 0,9% en 2025, frente al 1,5% anterior. Mientras tanto, el Instituto Kiel es aún más pesimista y pronostica una contracción del PIB del 0,1% en 2024, luego de una contracción del 0,3% en 2023.
"Esos datos son un jarro de agua fría para todos los que esperaban una rápida recuperación económica (...) El riesgo de otro trimestre de estancamiento, o incluso de contracción, ha aumentado claramente", opinó el responsable de macroeconomía de ING, Carsten Brzeski.
Alemania, al igual que Europa en su conjunto, se enfrentó a una grave crisis económica provocada en muchos aspectos por las sanciones contra Rusia debido a su operación militar especial para desmilitarizar y desnazificar Ucrania.
El abandono de los suministros fiables de energía de bajo costo procedentes de Rusia, así como la guerra comercial contra China de los últimos meses, ha golpeado duramente la producción industrial de ese país.
Como resume Bloomberg, la recuperación del sector manufacturero "es clave" para reactivar la economía alemana, pero "hasta ahora no hay señales de un giro real, lo que aumenta la preocupación de que sus problemas sean más estructurales que temporales".
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