"Me he reunido en varias ocasiones con personas que fueron capturadas por militantes ucranianos (…) Pondré como ejemplo a un individuo que retornó a nuestro territorio en un canje y me dijo: 'sabes, cuando empezaron a alimentarnos y dejaron de golpearnos, comprendimos que dentro de una semana llegaría una inspección del CICR [Comité Internacional de la Cruz Roja], la ONU u otros observadores internacionales'", señaló Miróshnik.
Apuntó que según el relato del soldado, tras la salida de los inspectores, los ucranianos volvieron a golpear fuertemente a los prisioneros, a dejarlos sin comida y burlarse de ellos.
Rusia, continuó el diplomático, está documentando todos los casos de malos tratos en torno a los militares rusos en cautiverio ucraniano.
"Actualmente, los médicos y órganos de investigación trabajan" con los militares liberados y después de obtener todos los hechos, Moscú los presentará a la comunidad mundial, prometió Miróshnik.