Después de la presentación en el Senado de Ariel Lijo, el abogado constitucionalista Manuel García Mansilla defendió durante siete horas su postulación a la Corte Suprema de Justicia.
Actualmente la Corte cuenta con cuatro miembros tras la salida de la jueza Elena Highton de Nolasco. El Gobierno pretende que ese lugar sea ocupado por Lijo, mientras que García Mansilla podría ingresar en diciembre cuando Juan Carlos Maqueda cumpla 75 años y se jubile.
Álvarez Rivero expresó que le gustó más la audiencia de Manuel García Mansilla que la de Ariel Lijo porque pudo demostrar su "solvencia para responder nuestras inquietudes".
"Ariel Lijo fue muy evasivo en su audiencia. La comparación entre ambos candidatos me deja como conclusión que existe una diferencia abismal en todos los aspectos", agregó.
La senadora continuó con sus críticas para el juez Lijo a quien acusó de "cajonear" las causas importantes que recibe y sostuvo: "Es todo lo contrario de lo que la sociedad demanda. En la Corte Suprema no podemos tener una persona que siempre está pendiente de quedar bien con el poder político de turno".
Además, Álvarez Rivero opinó sobre la interna de Propuesta Republicana (PRO) y admitió que la relación entre el expresidente Mauricio Macri y la actual ministra de Seguridad Patricia Bullrich no quedó en los mejores términos.
"Bullrich fue despedida del PRO de una forma poco elegante y desprolija. Respeto a ambos como figuras importantes de nuestro espacio y en mi opinión deberían poder juntarse a conversar de forma civilizada para arreglar sus problemas", cerró.
"La vicepresidenta siempre formó parte del sector más reaccionario de nuestra sociedad"
Victoria Villarruel, encabezó un acto de conmemoración de las "víctimas del terrorismo" y comunicó que impulsará la reapertura de todas las causas que involucren crímenes cometidos por grupos civiles que, durante la década del 70, hayan promovido la lucha política armada.
Organismos de derechos humanos expresaron su "más enérgico repudio" a través de un comunicado, y remarcaron que el evento fue la "reivindicación más desembozada" del golpe de Estado de 1976 y de "la aplicación del Terrorismo de Estado y sus consecuencias".
En diálogo con Una mañana por descubrir, Horacio Pietragalla, el exsecretario de Derechos Humanos, expresó que Victoria Villarruel siempre pensó lo mismo pero que la gravedad de este acto tiene que ver con el rol que ocupa actualmente.
"Más allá de entender el dolor de víctimas o familiares que puedan estar presentes en este acto lo que plantea la vicepresidenta ya quedó descartado por el Poder Judicial y por organismos internacionales de Derechos Humanos", agregó.
Por último, Pietragalla destacó que pese a la posición de este Gobierno "en lo práctico y pragmático hoy en día sigue habiendo juicios con condenas a represores".
"El día de mañana no se va a hablar de lo que decía Villarruel sino del proceso de juzgamiento que llevó a cabo Argentina que es único en el mundo. Eso es lo que va a quedar en la historia del país", argumentó.