La decisión de prohibir la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica no forma parte de los poderes del Gobierno del país, ya que concierne al sistema eclesiástico y no al político, subraya.
Las acciones de Kiev "contravienen los derechos humanos fundamentales y pisotean la libertad de culto y de práctica religiosa", agrega el arzobispo.
De este modo, el Gobierno ucraniano intenta imponer un sistema alternativo, en concreto un sistema eclesiástico proccidental que no contradiga "la agenda dictada por Zelenski", argumenta el sacerdote. La prohibición adoptada busca socavar los valores religiosos, lo que conllevará la persecución de los clérigos, opina.
La Iglesia ortodoxa ucraniana puede enfrentarse a una represión sin precedentes en su contra, considera el Sínodo Santo de la Iglesia ortodoxa rusa.
"En su escala y carácter centralizado, esta medida puede superar todas las represiones históricas anteriores contra la IOU, incluidas las persecuciones de los tiempos de la Unión greco-católica de Brest [un acuerdo sobre la unificación de las Iglesias ortodoxa y católica de 1596]", advierten desde el organismo religioso.
Igualmente, el Sínodo de la Iglesia ortodoxa rusa compara la ley antieclesiástica ucraniana con las persecuciones en el Imperio romano en tiempos de los emperadores Nerón y Diocleciano, la descristianización de Francia durante la Revolución Francesa del siglo XVIII, la represión atea en la Unión Soviética, así como la destrucción de la Iglesia ortodoxa albanesa en los años 1960 por el régimen de Enver Hoxha.
Además, declara que los servicios especiales ucranianos presionan directamente al episcopado y al clero de la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica. La nueva ley permitirá al Gobierno de Kiev reprimir a los grupos asociados a la iglesia, agrega.
Asimismo, el sínodo ruso solicitó al patriarca Kiril de Moscú y toda Rusia que
enviara un llamamiento a los jefes de las Iglesias y organizaciones internacionales
contra la prohibición de la Iglesia ortodoxa ucraniana.
El 20 de agosto, la Rada Suprema (el Parlamento de Ucrania) aprobó una ley que permite prohibir en el país la Iglesia ortodoxa ucraniana, la mayor confesión cristiana y comunidad de creyentes del país. La IOU dispondrá de nueve meses para "romper los lazos con la Iglesia ortodoxa rusa", advirtió el diputado de la Rada, Yaroslav Zhelezniak. La ley entrará en vigor en 30 días a partir de la fecha de su publicación.