Según el embajador, el documento reciente aprobado por el Parlamento ucraniano permite a Kiev prohibir la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Moscú, que "históricamente desempeña un papel clave en la vida de la sociedad ucraniana".
"Observamos el deseo de ejecutar un orden político monstruoso para destruir violentamente la institución religiosa más grande del país, ignorando por completo las opiniones de millones de creyentes de la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Moscú", señaló Lukashévich.
Desde 2022, las autoridades ucranianas llevan a cabo la mayor persecución en la historia contra la Iglesia ortodoxa ucraniana liderada por el patriarca de Moscú, la comunidad cristiana más grande y antigua del país, aludiendo a su relación con Rusia.
El Gobierno impone sanciones contra eclesiásticos, organiza redadas en templos cristianos, realiza arrestos de sacerdotes, arma casos penales, prohíbe las actividades de la Iglesia ortodoxa ucraniana en varias regiones del país, les despoja de monasterios y templos, incluido del famoso Monasterio de las Cuevas.
En octubre de 2023, el Parlamento ucraniano aprobó dicho proyecto de ley en la primera lectura. A su vez, la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Moscú afirmó que la ley viola la Constitución de Ucrania y la Convención Europea de Derechos Humanos.