"A la encargada de negocios de EEUU, Stephanie Holmes, citada a la Cancillería rusa el 20 de agosto, se le expresó una enérgica protesta por las acciones provocativas de reporteros estadounidenses que entraron ilegalmente en la región de Kursk para la cobertura propagandística de los crímenes del régimen de Kiev", indica el ente en un comunicado.
La nota agrega que aparecieron pruebas de la participación de una empresa militar privada estadounidense al lado de las tropas ucranianas durante la incursión en Kursk.
"Este tipo de acciones, que contradicen las declaraciones de la oficina del presidente Joe Biden de que presuntamente no esté involucrada en el ataque de neonazis ucranianos contra Rusia, demuestran claramente la implicación de EEUU como un participante directo del conflicto en los planes maliciosos [Volodímir] Zelenski", señala.
El 19 de agosto, el medio estadounidense The Washington Post publicó un artículo de sus corresponsales que llegaron acompañados por militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania a la localidad rusa de Sudzha, en la región de Kursk, para entrevistar a los residentes locales.
También el 16 de agosto, la Cancillería rusa convocó a la embajadora italiana en Moscú, Cecilia Piccioni, para expresarle una protesta por la infiltración de periodistas italianos en la provincia de Kursk para cubrir el ataque de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
El pasado 6 de agosto el Ejército ucraniano inició una incursión armada en la provincia de Kursk.
Un alto cargo del Ministerio de Defensa ruso, el mayor general Apti Alaudínov, estima que Kiev implicó hasta 12.000 efectivos en esa ofensiva y que procura enviar refuerzos, aunque se les están agotando.
El presidente ruso prometió "una digna respuesta" a la provocación de Kiev, al que acusó de disparar indiscriminadamente contra instalaciones civiles, y reafirmó que Rusia logrará todos los objetivos de su operación militar especial en Ucrania.
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