"Según los datos operativos, 31 personas, incluidos seis menores, recibieron heridas por los bombardeos de las tropas ucranianas", indica el comunicado.
Además, un total de 19 afectados, incluidos cuatro menores, fueron hospitalizados y actualmente reciben asistencia médica; entre ellos tres se encuentran en estado grave.
Anteriormente, se informó sobre cinco muertos y 28 heridos entre la población civil, mientras miles de personas se vieron obligadas a abandonar la zona de bombardeos y combates.
Por su parte, el gobernador interino de la provincia, Alexéi Smirnov, declaró el estado de emergencia en el territorio a partir de este 7 de agosto.
El 6 de agosto, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, por sus siglas en ruso) informó de bombardeos ucranianos lanzados contra localidades fronterizas de la provincia de Kursk, y afirmó que sus agentes no permitieron ninguna incursión en la frontera estatal.
El presidente del Comité de Investigación de Rusia, Alexandr Bastrikin, ordenó abrir un caso penal por el atentado contra la provincia de Kursk y precisó que fueron atacados edificios residenciales y administrativos, junto con instalaciones de infraestructura civil.
Las autoridades rusas están investigando el ataque como atentado terrorista.
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