El partido fue extremadamente parejo de principio a fin, al extremo de que nunca uno u otro consiguieron una rotura de saque y todo se decidió en los tie breaks, en los cuales fue mejor el balcánico.
El primer set fue muy parejo del principio al fin. Ambos jugadores defendieron su servicio como leones y a pesar de que Alcaraz tuvo muchas oportunidades de quiebre y alguna Djokovic, no hubo más remedio que llegar al tie break, donde el serbio fue mejor y encaminó el partido.
Alcaraz asimiló mal el golpe y permitió a Novak llevar la iniciativa en el segundo parcial, en el que le costaba más al ibérico defender su servicio, y el balcánico se sentía cada vez más como pez en el agua.
Parecía cuestión de tiempo ponerse al cuello el oro olímpico, el cual le había sido esquivo en cuatro oportunidades anteriores, en tanto el español soñaba con ser el más joven campeón olímpico de tenis en toda su historia, pero el partido siguió siendo muy parejo, con jugadas espectaculares por uno y otro.
Al final, la experiencia y la maestría de Djokovic terminaron por tumbar al español, que se lleva una presea de plata y desaprovecha una gran oportunidad de ser campeón olímpico.