Las mencionadas declaraciones estadounidenses fueron efectuadas por la subsecretaria de Estado de EEUU, Mallory Stewart, la cual declaró que no acepta este tipo de posiciones.
Al comentar esta declaración, Zajárova indicó que esa interpretación de la posición rusa es demasiado simplificada y unilateral, pues no se trata solo de Ucrania.
"Stewart intentó responsabilizar a Rusia de la destrucción del sistema de control de armas. Pero cuando le recordaron la retirada de Estados Unidos del Tratado sobre Misiles Antibalísticos [ABM] y de la Liquidación de Misiles de Alcance Medio y Más Corto [Tratado INF], inmediatamente quiso cambiar de tema, señalando que tales acusaciones no llevan a ninguna parte y que es mejor ponerlas a un lado", señaló la diplomática.
Zajárova también recordó que EEUU salió del Tratado de Cielos Abiertos y se negó a ratificar el Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares.
De acuerdo con la portavoz, las premisas para dialogar con EEUU sobre la estabilidad estratégica y el control de armas solo pueden darse después de que Washington renuncie —no de palabra, sino de hecho— a su alocada política de minar la seguridad nacional de Rusia, de entrar en confrontación con Rusia, de asestarle "una derrota estratégica" y de estar demostrando ostentativamente la falta de respeto a los intereses de Rusia.
Tras el desmoronamiento de la URSS, Washington y sus aliados de la OTAN intentaron imponerse en el espacio postsoviético en los aspectos militar y político, en detrimento de los intereses básicos de la seguridad de Rusia, pero cuando chocaron con resistencia, desataron una guerra híbrida con el fin de asestar una derrota estratégica a Rusia en el campo de combate, señaló Zajárova.
"Este tipo de actividad puede provocar una confrontación directa entre potencias nucleares", resumió.
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