"Según los datos del Programa de Salud de la UNRWA, cada semana desde los centros médicos y albergues de Gaza se reportan 800-1000 nuevos casos de la hepatitis. El número de personas afectadas por la hepatitis A aumentó de 85 personas, reportadas previamente a la guerra, a casi 40.000 casos registrados desde el inicio del conflicto", indica el comunicado.
La organización subraya que desde el principio ha tomado medidas para diagnosticar la enfermedad, informar y consultar a la gente, pues no existe un tratamiento específico para la hepatitis A.
Añade que más y más niños en Gaza se someten al riesgo de contagiarse de la hepatitis A debido al desplazamiento masivo de personas y la escasez de agua limpia y productos de higiene.
"Un brote de hepatitis A se está propagando en Gaza durante la guerra. Las familias se ven obligadas a abandonar sus hogares y vivir en unas condiciones terribles e inhumanas en campamentos de refugiados y albergues repletos de gente. Sufren la escasez de agua potable y de los kits de higiene, así como la falta de una gestión adecuada de la basura y la canalización", cita el comunicado a la jefa del programa de la UNRWA en la Franja de Gaza, Ghada al Jadba.
Subraya que debido a dicha crisis, el programa de salud de la UNRWA se sigue enfrentando a dificultades para satisfacer las necesidades de los enfermos.
El 29 de julio, el Ministerio de Sanidad de Palestina declaró la epidemia de poliomielitis en la Franja de Gaza, señalando como la causa principal de la propagación las operaciones de combate que continúan desde hace nueve meses en el enclave.
El 7 de octubre de 2023, un ataque coordinado por el movimiento palestino Hamás contra más de 20 comunidades israelíes resultó en aproximadamente 1.200 fallecidos, alrededor de 5.500 heridos, y la captura de 253 rehenes, de los cuales cerca de 100 fueron posteriormente liberados en intercambios de prisioneros.
En represalia, Israel lanzó una guerra contra Hamás y emprendió una serie de bombardeos sobre Gaza, incluidas sus instalaciones civiles, que han dejado hasta el momento más de 39.000 palestinos muertos, en su mayoría, niños y mujeres, y más de 90.400 heridos.
El Gobierno israelí ordenó también un bloqueo total del enclave palestino, cortando el suministro de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible, lo que desató una grave crisis humanitaria.
Rusia y otros países instan a Israel y Hamás a pactar un alto el fuego y abogan por una solución de dos Estados, aprobada por la ONU en 1947, como la única vía posible para lograr una paz duradera en la región.
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