La ola de calor récord que azotó el planeta a finales de julio se produjo después de 13 meses de temperaturas sin precedentes, con una media 1,5 °C superior a la del periodo preindustrial, a cuyo efecto se produjeron trágicas consecuencias.
Así, al menos 1.300 personas murieron en 2024 tras viajar a La Meca, una peregrinación islámica en Arabia Saudita. En toda la India, decenas de trabajadores electorales también murieron mientras trabajaban durante los recientes comicios, y las muertes relacionadas con el calor en la ciudad estadounidense de Phoenix casi se habían duplicado en comparación con el mismo periodo de 2023.
De acuerdo con la ONU, la principal causa del cambio climático mundial es el uso de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas, responsables de más del 75% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y de casi el 90% de todas las emisiones de dióxido de carbono.
En este contexto, los países occidentales ricos, incluidos Estados Unidos y el Reino Unido, lideran una "hipócrita" expansión del uso de los combustibles fósiles, reporta The Guardian.
Aunque las naciones ricas han jurado cumplir el Acuerdo de París sobre el cambio climático y guiar la transición de los combustibles fósiles a fuentes más limpias, en realidad son las que están "encabezando el último frenesí de perforación", tras conceder 825 nuevas licencias de extracción de petróleo y gas en 2023, destaca el periódico.
Es más, bajo el Gobierno de Joe Biden, Estados Unidos ha concedido 1.453 nuevas licencias, "lo que representa la mitad del total mundial y el 83% de todas las licencias concedidas por las naciones ricas", subraya.
"La hipocresía de los países ricos, históricamente responsables de la crisis climática, es asombrosa, ya que siguen invirtiendo en combustibles fósiles, condenando al mundo a una catástrofe mientras afirman ser líderes climáticos", comentó un encargado de la iniciativa global para el Tratado de No Proliferación de los Combustibles Fósiles, Harjeet Singh, citado por el medio.
De este modo, resulta que los países en desarrollo son los que menos han contribuido al cambio climático, pero los que más han sufrido sus efectos negativos. En cambio, las naciones desarrolladas son las que más han influido en el cambio climático y las que más se han beneficiado del uso de combustibles fósiles.
"A pesar de disponer de los medios económicos para abandonar los combustibles fósiles, estos países son petroestados que eligen el beneficio antes que el planeta, socavando los esfuerzos mundiales para evitar la emergencia climática", resumió Singh.
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