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Maduro, el legatario de Chávez que va por otros seis años en el Palacio de Miraflores

CARACAS (Sputnik) — El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afronta las elecciones del próximo 28 de julio con el desafío de mantener el legado del líder Hugo Chávez (1954-2013), y tras 11 años de un mandato marcado por diversas crisis económicas y políticas.
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Candidato del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y el frente Gran Polo Patriótico Simón Bolívar (GPP), Maduro tiene como su principal rival al exdiplomático Edmundo González, de la opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
Con un pasado como obrero y sindicalista, Maduro inició en abril de 2013 su primera gestión, tras la muerte de Chávez, quien poco antes de fallecer llamó a sus seguidores a respaldar a quien se había erigido como su hombre de confianza. Al morir el líder de la llamada Revolución Bolivariana, Maduro asumió la jefatura de Estado como encargado, tras una designación del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), y un mes más tarde fue electo presidente. Previo a ello, Maduro ocupó cinco meses el cargo de vicepresidente, tras haber sido canciller de Venezuela entre 2006 y 2012.

Pasos en la política

Luego de militar en grupos insurgentes desde los 12 años, Maduro comenzó en 1992 a seguir a Chávez, quien estaba detenido por su papel en un intento de golpe de Estado contra el entonces presidente Rafael Caldera (1916-2009).
Siete años más tarde, tras la victoria electoral de Chávez, Maduro fue electo diputado del antiguo Congreso y luego formó parte del equipo que reformó la Constitución.
En 2005 fue nombrado presidente de la nueva Asamblea Nacional (parlamento unicameral), hasta su designación como canciller.
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Crisis económica y política

En 2014, primer año de mandato de Maduro, los precios del crudo cayeron más de 30%, lo que desató una aguda crisis económica en Venezuela, cuyo producto interno bruto depende en más del 95% de los ingresos petroleros. A la escasez e inflación se le sumó una crisis política que el Gobierno achacó a las sanciones impuestas por Estados Unidos.
Además, desde la muerte de Chávez en 2013, la oposición comenzó a actuar desde diversos flancos para sacar a Maduro del Gobierno y en 2015 se alzó con 112 escaños de 161 en la Asamblea. Las protestas y enfrentamientos en las calles entre manifestantes y cuerpos de seguridad fueron intensos entre 2013 y 2019.
Maduro decidió sacar a Venezuela de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en 2016, la cual le acusaba de violación a los derechos humanos, y al año siguiente el país fue suspendido del Mercado Común del Sur (Mercosur), en respuesta a lo que los miembros fundadores del bloque (Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil) tildaron de "ruptura del orden democrático".

Primera reelección

El 19 de enero de 2019, Maduro juró nuevamente como presidente de Venezuela ante el TSJ para el mandato que concluye el 2 de febrero del 2025, tras unas polémicas elecciones que fueron desconocidas por más de 50 países.
Cuatro días más tarde, el entonces titular del Parlamento, Juan Guaidó, se autoproclamó presidente encargado de Venezuela, y varios países le dieron su reconocimiento e incluso apoyaron el ingreso de una presunta ayuda humanitaria al país por las fronteras terrestres. Dicha iniciativa desató una crisis diplomática, tras las denuncias de Maduro de un intento de invasión.
A la par, Venezuela sufrió el apagón eléctrico más largo de su historia, que duró cinco días. El mandatario denunció que su país había hecho frente a un "ataque magnético" y, desde ese momento, el sistema de cargas del país quedó debilitado y los cortes de energía se volvieron constantes, especialmente en el interior del país.
En abril de ese mismo año, Maduro enfrentó un intento de alzamiento militar y varios funcionarios del Gobierno fueron detenidos por corrupción.
Con la pandemia de Covid-19, en 2020, se intensificaron también las negociaciones entre la administración Maduro y la oposición, y la salida de Guaidó del país, en abril de 2023, puso fin a la idea de aquel gobierno paralelo.
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Superbigote y redes sociales

Hoy, paneles publicitarios, grafitis, una serie animada y muñecos infantiles muestran a Maduro como Superbigote, un héroe de cómics que combate al Gobierno de Estados Unidos y a los dirigentes de la oposición. En la historieta se hace referencia a situaciones reales que ha afrontado Venezuela en los últimos 11 años de su mandato: apagones, sanciones, protestas, entre otras.
Además, el mandatario de 61 años es representado junto a su esposa, Cilia Flores, una de las abogadas que defendió a Chávez durante su detención en 1992, y que fue electa en varias ocasiones como diputada, e incluso presidió el Legislativo de 2006 a 2011.
En los últimos meses, el mandatario intensificó su presencia en las redes sociales de Meta (proscrita en Rusia por extremista) y en la china Tiktok, tras denunciar que es blanco de censura en distintas plataformas digitales, así como en los medios tradicionales.
Coreografías, encuentros familiares, cenas con Cilia y una lista de canciones en la plataforma de música Spotify son algunas de las iniciativas de su campaña para tratar de captar electores y conseguir un nuevo mandato que mantenga al chavismo en el poder hasta 2030.
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