El líder israelí insistió en que
Washington acelere la entrega de armamento y municiones para Israel, luego de culpar al país norteamericano de haber retrasado
la ayuda militar en los últimos meses.
Netanyahu insistió en que los enemigos de Israel también son los enemigos de Estados Unidos.
Desde octubre del año pasado, mes en el que se inició la nueva escalada de violencia del conflicto palestino-israelí, el dirigente israelí prometió "borrar de la faz de la Tierra" al movimiento palestino Hamás, que el 7 de octubre atacó de forma sorpresiva varias zonas del país hebreo, asesinando a unas 1.200 personas y tomando a cientos de rehenes.
En respuesta, Tel Aviv declaró la guerra a Hamás,
iniciando una ofensiva que ha matado a más de 38.000 personas en la Franja de Gaza, la mayoría civiles, de acuerdo con las autoridades locales y organismos como la ONU.
Durante su discurso ante congresistas estadounidenses, el primer ministro israelí
arremetió contra la Corte Penal Internacional (CPI), organismo al que acusó de
"poner grilletes a la justicia de Israel". En ese sentido, advirtió que la CPI le impide a Tel Aviv defenderse, "y si las manos de Israel están atadas, Estados Unidos será el siguiente".
Actualmente, pesa sobre Netanyahu y varios de sus funcionarios y exfuncionarios
una demanda por posibles crímenes de guerra contra el pueblo palestino en Gaza, algo que él y su Gobierno han negado categóricamente
con el apoyo de la Administración Biden. La
Corte Internacional de Justicia (CIJ) también tiene una demanda contra el Gobierno de Israel por
posible genocidio.
El 20 de mayo, el fiscal de la CPI, Karim Khan, presentó solicitudes de órdenes de detención contra Netanyahu y contra el exministra de Defensa de Israel, Yoav Gallant, así como contra el líder de Hamás en la Franja de Gaza, Yahya Sinwar; el jefe del buró político de Hamás, Ismail Haniyeh, y el líder del ala militar de Hamás, Mohammed Diab Ibrahim Masri, por presuntos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos desde octubre de 2023, basándose en pruebas recopiladas y examinadas por su oficina.
Benjamín Netanyahu propuso al Congreso de Estados Unidos forjar una alianza de seguridad para contrarrestar a Irán en Oriente Medio, del mismo modo que Washington se alió con Europa para supuestamente disuadir a Moscú.
El primer ministro dijo que todos los países que están en paz con Israel deberían ser invitados a lo que denominó "Alianza Abraham".
También aseguró que Tel Aviv debe mantener un control absoluto de la seguridad en Gaza en el futuro inmediato: "Israel no busca reasentar Gaza, pero en el futuro previsible debemos mantener un control de seguridad superior allí para evitar el resurgimiento del terrorismo, para garantizar que Gaza nunca más represente una amenaza para Israel".
Netanyahu realiza esta semana una visita oficial a Washington en la que tiene previsto reunirse por separado con el presidente estadounidense Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris.