Brasil está cerca de tener su primer dron de combate. En fabricación desde 2022 por el fabricante brasileño XMobots, el dron de reconocimiento Nauru 1000C adquirirá una versión dotada de misiles.
De acuerdo con el director general de la empresa, Giovani Amianti, dicha variante comenzó a desarrollarse en 2023. Está previsto que sus pruebas comiencen en 2025. Si tienen éxito, esto podría situar a Brasil a una posición de liderazgo en la producción de drones de combate.
El profesor del Centro Universitario Ritter dos Reis (UniRitter) e investigador del Instituto Sudamericano de Política y Estrategia (ISAPE) Joao Gabriel Burmann compartió a Sputnik su visión sobre lo importante que representa la fabricación de la variante de combate de ese dron para la industria nacional de defensa y cómo mejora el potencial defensivo del Ejército brasileño.
Burmann señala que la fabricación del Nauru 1000C por parte de XMobots es un buen ejemplo de una empresa que ha conseguido desarrollar una aeronave no tripulada basada en tecnología autónoma y nacional de forma innovadora y asimétrica.
"En otras palabras, apostar no por lo más alto de la escala del desarrollo tecnológico, de la innovación tecnológica, sino por lo que [XMobots] sería capaz de hacer, por aquello en lo que ya tiene cierta experiencia", destaca.
El experto considera la noticia del desarrollo de la variante de combate "un gran ejemplo de la viabilidad de la producción nacional de armamento, especialmente de sistemas defensivos que buscan incorporar innovaciones".
En este contexto, sostiene que la fabricación del Nauru 1000C y ahora la creación de su ueva versión armada "es una buena señal del fortalecimiento de la industria nacional".
"Se trata también de un interés renovado, es un interés de larga data de las FFAA, que en los últimos años ha sido un poco dejado de lado, pero (...) desde el inicio de este último Gobierno, del Gobierno de Lula [da Silva], desde el año pasado [2023], ha vuelto a intentar estimular el mercado de defensa nacional, ya sea a través de joint ventures [empresas conjuntas] o a través del desarrollo de algunos productos disruptivos, es decir, tecnologías disruptivas", agrega.
Burmann subraya que espera que el desarrollo de este dron envíe una señal positiva al resto de la Base Industrial de Defensa (BID) del país, especialmente en un momento en el que se discute cuándo y hasta qué punto el Gobierno brasileño cederá el conocimiento de la tecnología existente en la empresa Avibras.
En sus palabras, Avibras es "un gran ejemplo de industria privada de defensa nacional", pero que "está en proceso de declararse en quiebra".
Preguntado sobre cuánto gana el Ejército brasileño en potencial de defensa con este tipo de armamento, Burmann subraya que primero hay que tener en cuenta a qué escala se desplegará la nueva tecnología, en qué tipo de unidad "y cómo encaja esto en la propia doctrina de utilización de aeronaves remotamente tripuladas en Brasil, llamada RPAS [sistemas de aeronaves pilotadas a distancia]".
El especialista destaca que el Nauru 1000C podría utilizarse para labores de control y reconocimiento, como patrullar las fronteras del país.
"Se trata de aplicar este tipo de sistema en las regiones fronterizas. Aparte de la función principal del dron de reconocimiento, recogida de datos y transmisión de imágenes sin la presencia obligatoria de un puesto de control, personal o personas, también es capaz de asestar un golpe contra cualquier vehículo que entre en nuestra frontera y suponga una amenaza para nuestra soberanía", aclara.
Burmann enfatiza que seguirán siendo necesarias las asociaciones internacionales para expandir este tipo de tecnología.
"Creo que en este momento sigue siendo muy importante este tipo de cooperación, estas joint ventures [empresas conjuntas], o incluso la capacidad de adquirir sistemas o componentes de sistemas para poder incorporar estos nuevos productos", comenta.
En su juicio, en el caso de los drones de combate, el principal obstáculo para que el producto sea totalmente nacional es la cuestión de los misiles.
"Por lo que sé, Brasil tiene muy poca o ninguna producción de misiles antibuque, es decir, misiles disparados desde el aire", destaca.
Subraya que el misil que se disparará desde el Nauru 1000C será producido por la compañía MBDA, "que es una empresa conjunta, un proyecto multinacional europeo".
"Y en ese sentido, creo que [las asociaciones] siguen siendo necesarias, porque probablemente se trate de un misil bastante pequeño, con una aerodinámica específica para poder ser acoplado a este dron", señala.
En su opinión, esta tecnología, una vez que comience a ser operada en el país, podrá en el futuro llevar a la industria brasileña a tener la experiencia necesaria para desarrollar sus propios proyectos y hacer adaptaciones.
"Obviamente, esto también depende de las condiciones del contrato, de si viene con la posibilidad de transferencia de tecnología o no. (...) Por el momento, esto [las asociaciones] sigue siendo necesario, pero es un proyecto, es el plan para que parte de la industria pueda incorporar estas tecnologías con el tiempo a través de varios mecanismos. Uno de ellos es la transferencia de tecnología", concluye.
No te pierdas las noticias más importantes
Suscríbete a nuestros canales de Telegram a través de estos enlaces.
Ya que la aplicación Sputnik está bloqueada en el extranjero, en este enlace puedes descargarla e instalarla en tu dispositivo móvil (¡solo para Android!).
También tenemos una cuenta en la red social rusa VK.