En una carta dirigida al Arzobispo de París, el pontífice subrayó que los Juegos Olímpicos tratan "de la paz y no de la guerra".
"En estos tiempos revueltos, en los que la paz mundial está gravemente amenazada, es mi ferviente deseo que todos respeten esta tregua con la esperanza de resolver los conflictos y restablecer la armonía. La antigüedad estableció sabiamente una tregua durante el tiempo de los Juegos, y la era moderna intenta regularmente renovar esta feliz tradición", destacó.
Según el jerarca de la Iglesia Católica, el deporte es "un lenguaje universal que trasciende fronteras, lenguas, razas, nacionalidades y religiones" y que "tiene la capacidad de unir a las personas, de fomentar el diálogo y la aceptación mutua".
Los Juegos Olímpicos se celebrarán en París del 26 de julio al 11 de agosto, y los Paralímpicos del 28 de agosto al 8 de septiembre.