Para sorpresa de los analistas y la clase política canadiense, el candidato del Partido Conservador Don Stewart se impuso sobre la abanderada del partido de Trudeau, Leslie Church, en la elección que se realizó el pasado 24 junio para elegir al representante parlamentario en el influyente distrito de Toronto-St. Paul's.
Los comicios, que tendrían que haber sucedido en el 2025, fueron convocados luego que la legisladora del partido oficialista renunció a su banca a comienzo de año, disparando así una disputa que era vista como un test sobre
la viabilidad del gobierno de Justin Trudeau, cuya popularidad en los últimos meses se ha hundido por debajo del 25% de aprobación ciudadana.
La derrota en una circunscripción que ha estado en los últimos 30 años gobernada por los liberales confirmó el dramático momento por el que atraviesa Trudeau, quien pese a los malos resultados electorales y la ventaja del Partido Conservador de Canadá, el principal partido de oposición, de cara a los comicios del año próximo, sigue obstinado a presentarse y buscará un cuarto mandato consecutivo.
Ante la posible debacle electoral, y en una situación muy similar a la que se está desarrollando en los EEUU tras
el catastrófico debate del presidente Joe Biden, con un creciente número de legisladores demócratas y medios afines como el
New York Times y el
New Yorker pidiendo que el mandatario renuncie a su candidatura, han crecido en los últimos días los llamados de parlamentarios y hasta medios llamando a Trudeau a dar un paso al costado.
En ese sentido, este jueves 4 de julio, el medio británico The Guardian, tradicional bastión del progresismo y la izquierda liberal, publicó una columna titulada "Luego de 9 años en el Gobierno, ¿es hora de que Trudeau se vaya?, donde afirmaban que el impactante revés en Toronto había mostrado que el electorado canadiense "está cada vez más cansado del mandatario y de su Partido Liberal".
Los expertos, señala el diario, creen que la derrota en Toronto —la ciudad más poblada e importante del país— es un presagio de lo que sucederá en los comicios del año próximo si el oficialismo no cambia de trayectoria.
Este sentimiento es compartido por los
propios compañeros de partido de Trudeau quienes, indica
The Guardian, han renovado sus llamados para que el primer ministro dé un paso al costado, al creer que el mandatario, que en algún momento tuvo el favor de la ciudadanía, es ahora un lastre electoral.
El correo electrónico enviado por el congresista Long a sus colegas de banca advertía que "para el futuro de nuestro partido y por el bien de nuestro país, necesitamos un nuevo liderazgo y una nueva dirección".
"Los votantes han dicho alto y claro que quieren un cambio. Estoy de acuerdo", añadió en un mail filtrado que circuló ampliamente en días recientes.
The Guardian informa que, pese a que Trudeau sigue aferrado a su candidatura e incluso esta semana ha asegurado en distintas entrevistas que seguirá el frente del Gobierno y del partido, varios miembros de su agrupación le han pedido una reunión presencial antes de la convención oficial que se hará en el mes de agosto.
Al respecto, Lori Turnbull, directora de la escuela de administración pública de la Universidad de Dalhousie, le dijo a The Guardian que una situación como la actual, en la que el caucus oficialista vive en pánico y está frustrado con su líder es "insostenible", ya que cuando has perdido la confianza de la ciudadanía y de tus propios legisladores careces de legitimidad como gobernante.