"Es importante que haya parámetros que puedan ser acordados entre los miembros del G20 para garantizar que esta relación sea de complementariedad, para garantizar que no haya barreras innecesarias al comercio por el argumento medioambiental", declaró Prazeres a los periodistas tras participar en un evento en la sede del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) en Río de Janeiro.
Con el tema Construyendo puentes entre el mundo empresarial y el académico — Caminos hacia el comercio y el desarrollo sostenible, el evento fue organizado por los grupos de compromiso B20 Brasil (Business20) y T20 Brasil (Think20) del G20 Brasil 2024, en colaboración con el BNDES, apoyando los debates del Grupo de Trabajo sobre Comercio e Inversión (TIWG) del G20.
"Deben ser transparentes, no discriminatorios y basados en la ciencia. Estos son ejemplos de parámetros que el Gobierno brasileño desearía ver surgir de forma consensuada en el marco del grupo de trabajo sobre comercio e inversiones del G20", argumentó la secretaria del MDIC.
Prazeres subrayó que la legitimidad de la defensa de la sostenibilidad es indiscutible, pero que, ante cada vez más medidas adoptadas por razones medioambientales que repercuten en el comercio, es fundamental el compromiso político de observar ciertos parámetros que impliquen consultas con las partes afectadas, que no sean "más estrictas, más restrictivas para el comercio de lo necesario para alcanzar un objetivo legítimo", agregó.
La regulación medioambiental del comercio preocupa al sector privado
Las restricciones comerciales discriminatorias con justificaciones medioambientales también preocupan a diversas áreas de la industria y el comercio, opina la representante de B20 Sherpa, el brazo empresarial del grupo de trabajo del sector privado del G20, Constanza Negri.
"Lo preocupante es que a veces, ante la falta de reglas colectivas, de grupo multilateral, algunos países empiezan a adoptar sus propias reglas unilateralmente", apuntó tras participar en el evento del BNDES.
El control y la normalización de las medidas comerciales relacionadas con las emisiones de carbono es una de las recomendaciones que se presentarán al Gobierno brasileño, afirmó un miembro del grupo sobre Agricultura y Sistemas Alimentarios Sostenibles creado bajo la actual presidencia.
"Este grupo se centrará mucho en la cuestión de que el G20 supervise estas medidas unilaterales que se adoptan y este ámbito del comercio (...), identifica que (...) los países del G20 también tienen que empezar a hablar más sobre la metodología para medir la cuestión de las emisiones de carbono", explicó.
"El mundo coincide en el objetivo de conciliar comercio y desarrollo sostenible. Ahora se trata de los detalles y el modo en que se plantean algunos retos importantes. Así que estas son las líneas generales que el grupo va a compartir preliminarmente con el G20", agregó.
Citó dos normativas aprobadas por la Unión Europea, entre ellos el mecanismo de ajuste del carbono en frontera y la ley contra la deforestación.
"Si cada uno de los países empieza primero a establecer medidas de este tipo, nadie puede garantizar que se alcancen los objetivos ni cómo afectará esto a los flujos comerciales y de inversión. Estas medidas podrían convertirse en medidas discriminatorias y en posibles nuevas barreras", argumentó Negri.
El desafío de la fuga de carbono es mundial, y la respuesta debe ser multilateral, en colaboración con los distintos países, indicó.
Explicó que más de 1.200 personas de la sociedad civil organizada y del sector privado componen ocho grupos temáticos que van desde el comercio y la inversión, la transición energética y el clima, la transformación digital, la integridad y el cumplimiento, la educación y el empleo. Cada uno de los ocho grupos formulará tres recomendaciones a los líderes del G20 en Brasil. Las recomendaciones finales deberán entregarse oficialmente al Gobierno brasileño en agosto.
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