Según el comunicado, Estados Unidos "ha vuelto a anunciar recientemente la venta de armas a la región china de Taiwán", lo que viola gravemente el principio de "una sola China" y los tres comunicados conjuntos chino-estadounidenses, constituye una grave injerencia en los asuntos internos de China y perjudica su soberanía e integridad territorial.
"China ha decidido tomar contramedidas contra las divisiones pertinentes y la alta dirección de Lockheed Martin", señala el documento.
En particular, Lockheed Martin Missile System Integration Lab, Lockheed Martin Advanced Technology Laboratories y Lockheed Martin Ventures fueron objeto de las sanciones.
Entre los empleados de la empresa, las sanciones se impusieron al director general de Lockheed Martin, Jim Taiclet, al director de operaciones, Frank St John, y al director financiero, Jay Malave (Jesús Malave).
La Cancillería china precisó que se congelarán los activos de las empresas y empleados implicados en el territorio chino y se prohibirá a las personas implicadas entrar en el país asiático.
Las organizaciones y particulares de China no cooperarán ni realizarán ninguna otra actividad con las personas y empresas en cuestión. Las medidas entrarán en vigor el 21 de junio de este año.
Anteriormente, la agencia de cooperación en materia de defensa del Pentágono declaró que el Departamento de Estado estadounidense había aprobado la posible venta de sistemas Switchblade-300 y equipos relacionados a Taiwán por unos 60.200 millones de dólares.
El Departamento de Estado también aprobó la posible venta a Taiwán de drones ALTIUS 600M-V por valor de otros 300 millones de dólares.
La situación en torno a Taiwán se agravó tras la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, a la isla en agosto de 2022, pese a las protestas de China que vio en ese viaje el apoyo de Washington a los independentistas taiwaneses. Luego varias delegaciones estadounidenses visitaron Taipéi, para mostrar el apoyo de Washington a la isla.
Las relaciones oficiales entre el Gobierno central de China y su provincia insular de Taiwán se rompieron en 1949, después de que las fuerzas del partido nacionalista Kuomintang sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista y se trasladaran a ese archipiélago. Las relaciones se restablecieron solo a nivel empresarial e informal a finales de la década de 1980.
La política fundamental de China respecto a Taiwán es la reunificación pacífica bajo el principio de "un país, dos sistemas".
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