Los
gigantes israelíes de la defensa han multiplicado sus beneficios en vísperas de que se cumplan ocho meses del inicio de la ofensiva militar del país hebreo en Gaza, con
Israel Aerospace Industries (IAI),
Rafael Advanced Defense Systems y Elbit Systems disfrutando de subidas récord en las cotizaciones bursátiles y los beneficios, casi
15.000 millones de dólares en ingresos combinados en 2023, y una cartera de pedidos por valor de la friolera de
52.400 millones de dólares.
Las empresas —que fabrican desde drones y vehículos blindados hasta misiles— esperan que los buenos tiempos continúen hasta 2024. De hecho, Elbit informó recientemente sobre beneficios en el primer trimestre por 1.550 millones de dólares, en una convocatoria de resultados esta semana, superando en términos trimestrales los 6.000 millones de dólares que la empresa ingresó el año pasado.
Israel se encuentra entre los 10 principales exportadores de armas del mundo, representando casi el 2,5% del mercado mundial de armas entre 2019 y 2023. Entre los principales clientes se encuentran Estados Unidos, Gran Bretaña, Europa continental, Azerbaiyán, la India y Vietnam, y los sofisticados drones y misiles israelíes constituyen uno de los artículos de exportación más solicitados.
El
gasto militar de Israel —el segundo mayor de la región después de Arabia Saudita— creció un 24% hasta alcanzar los
27.500 millones de dólares en 2023,
de acuerdo con el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo.
Tel Aviv redujo sus exportaciones al extranjero a partir del cuarto trimestre de 2023, a medida que el sector de la defensa se reorientaba hacia las necesidades nacionales, impulsado por
la ayuda militar estadounidense, que permite al Gobierno israelí gastar parte de sus multimillonarios paquetes de ayuda estadounidense en armas fabricadas en Israel, y apoya la investigación conjunta en defensa aérea y antimisiles (preferencias que Washington no extiende a ningún otro aliado importante).
Sin embargo, la guerra en Gaza es una bendición mixta para la industria armamentística de Israel, señalan analistas a Sputnik. Y es que mientras los gigantes israelíes de la defensa pueden beneficiarse a corto plazo del actual repunte de pedidos, la reputación diplomática de Tel Aviv al salir de la crisis puede disminuir drásticamente conforme avance el conflicto palestino-israelí.
"No creo que haya sido la feria de armamento militar más ilustre", dijo a Sputnik el veterano observador de asuntos internacionales y militares y ex teniente coronel del Ejército estadounidense, Earl Rasmussen, cuando se le preguntó si la industria de defensa de Israel se ha beneficiado o se ha visto perjudicada por la guerra en Gaza. "Pensaría que parte de su demanda puede disminuir", añadió.
"Ucrania todavía puede comprometerse con ellos para las ventas militares... pero no me sorprendería si muchos otros entes extranjeros y países interesados en la muy buena tecnología de Israel pueden ser más incrédulos y mirar a otras oportunidades que ofrezca la competencia", observó.
El doctor Marco Carnelos, exdiplomático italiano, coincidió con esta valoración, y añadió que, si bien militarmente su ofensiva contra Hamás permitió algunos beneficios al estamento militar israelí, políticamente ha sido suicida.
Según el experto, desde el punto de vista militar, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) sí han adquirido más conocimientos y experiencia en combates urbanos, poniendo a prueba nuevas estrategias, técnicas y armas. Pero lo mismo ocurre con sus enemigos, Hamás, que siguen siendo capaces de luchar pese a toda la destrucción en el enclave palestino, dice.
"La verdadera pregunta sigue siendo: ¿valió la pena esta debacle política para obtener una mejor experiencia militar? Lo dudo mucho. El poder de disuasión de Israel está probablemente acabado y las consecuencias políticas y estratégicas podrían ser enormes", advierte Carnelos.