"El poder electoral repudia el insolente comunicado de la Unión Europea en el cual se emiten consideraciones que son de exclusiva competencia de los venezolanos, convirtiéndose la Unión Europea en un nuevo acto injerencista que pretende interferir en decisiones del Consejo Nacional Electoral", expresó el presidente del CNE, Elvis Amoroso.
El 28 de mayo, la UE lamentó la decisión "unilateral" del CNE de retirar la invitación a observar las elecciones y consideró que el "pueblo debería poder elegir a su presidente en elecciones creíbles, transparentes y competitivas, respaldadas por la observación internacional". De igual manera, el bloque europeo llamó al CNE a reconsiderar la decisión "de acuerdo con el Acuerdo de Barbados que establecía que la UE sería invitada a observar las elecciones".
Al respecto, Amoroso exigió a la UE que cese su "hostilidad, las prácticas neocoloniales, el asedio e intervencionismo" sobre Venezuela. Además, indicó que ningún organismo extranjero tiene competencia sobre el programa de observación electoral de Venezuela. El CNE señaló que la decisión responde a la acción de la UE de ratificar las sanciones contra Venezuela.
"La decisión de la revocatoria responde a una actitud hostil e irrespetuosa del bloque en contra de Venezuela, la Unión Europea se ha comportado como actor parcializado y agresivo con lo cual infringe la dignidad nacional, y adicionalmente se convierte en un factor de perturbación a los procesos", argumentó el ente.
Además, afirmó que la presencia de la UE no será grata en ningún proceso electoral que se celebre en esta nación sudamericana.
El 13 de mayo, la UE retiró temporalmente las sanciones contra el presidente del CNE y los exfuncionarios Socorro Hernández, Xavier Moreno y Leonardo Morales, pero prorrogó las medidas contra el país hasta el 2025.
En marzo, el CNE anunció la invitación de la UE para las presidenciales y posteriormente el organismo electoral sostuvo dos encuentros con una delegación de ese bloque en la capital venezolana. En noviembre de 2023, el Consejo de la Unión Europea resolvió prolongar hasta mayo de este año las sanciones a Caracas y declaró estar dispuesto a relajar o suspender bajo determinadas condiciones las restricciones impuestas a esa nación latinoamericana.
En 2017, la UE impuso un primer paquete de sanciones contra Venezuela, el cual incluye un embargo a la venta de armamento y materiales conexos susceptibles de emplearse con fines de represión interna. La lista también incluía la congelación de activos e impedir la entrada a territorio de la UE de algunos ciudadanos venezolanos.
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