Subraya que Rusia es conocida por ser un importante país exportador de productos agrícolas.
"China solía comprar principalmente productos agrícolas a EEUU, pero
se vio afectada negativamente por los aranceles aduaneros de este país, por lo que tuvo que buscar
nuevos exportadores confiables", continúa.
En sus palabras, Pekín y Moscú son vecinos, por lo que les resulta "más estable y seguro" comerciar por tierra que por mar, lo que contribuye a reducir también los riesgos en el comercio mundial. En este contexto, recalca que los lazos económicos entre ambas partes, "se estrechan día a día", y Rusia gira hacia el Este frente a las sanciones occidentales.
En la actualidad, el volumen de intercambios comerciales entre China y Rusia aspira a superar la barrera de los 300.000 millones de dólares, estima Wang.
"Si tenemos en cuenta el potencial de ambos países, creo que aún hay margen para un mayor crecimiento", destaca.
En cuanto a las relaciones entre EEUU y China, independientemente de quién asuma el poder en EEUU tras
las elecciones presidenciales, es más que probable que persistan las dificultades en sus lazos, asegura el analista.
"Esta relación seguirá enfrentándose a numerosos retos. En estas circunstancias, garantizar la estabilidad de la cooperación económica exterior y de las cadenas de suministro, y cooperar con países con los que existe un alto nivel de confianza mutua estratégica, especialmente con los países vecinos, es un área de desarrollo prioritaria para China", resume.
Sus palabras llegan al mismo tiempo que la visita del presidente de Rusia,
Vladímir Putin, a China. Es
su primer viaje al extranjero desde que fue reelegido y
asumió oficialmente su quinto mandato presidencial. Las conversaciones entre Putin y el líder chino,
Xi Jinping, se prolongaron por dos horas y media, terminando con la firma de varios documentos.