De acuerdo con Krasnov, la afiliación de Hunka a la organización criminal, la división Galizien de las SS, reconocida por el Tribunal de Núremberg, es indiscutible.
Los crímenes internacionales incluyen crímenes de guerra, crímenes contra la paz y contra la humanidad, que están consagrados en la Carta y la sentencia del Tribunal Militar Internacional de Núremberg, detalló.
Krasnov recordó que el 5 de diciembre de 2023, la Fiscalía General rusa envió al Ministerio de Justicia canadiense una solicitud de extradición de Hunka, acusado en virtud del artículo sobre genocidio. Se le acusa de asesinar al menos a 500 civiles, entre ellos judíos y polacos, en febrero de 1944 en la región de Leópolis de la República Socialista Soviética de Ucrania.
Las autoridades canadienses justificaron su negativa a extraditar a Hunka por falta de un tratado de extradición entre Moscú y Ottawa, indicó el fiscal general. Además, añadió que el Ministerio de Justicia canadiense afirma también que supuestamente la petición rusa carece de pruebas directas de los presuntos delitos de Hunka.
El fiscal general calificó el rechazo a extraditar a Hunka de infundado desde el punto de vista jurídico y cínico e inmoral desde el punto de vista de los valores humanos universales.
En septiembre de 2023,
Hunka fue invitado al Parlamento canadiense, donde recibió una ovación de pie por el presidente de Ucrania,
Volodímir Zelenski, el primer ministro de Canadá,
Justin Trudeau, y otros altos oficiales del país. El excombatiente de la División Galizien fue presentado como un héroe y "luchador por la independencia de Ucrania contra rusos".
El incidente provocó una fuerte reacción en la comunidad internacional.
Rusia y
Polonia exigieron la extradición de Hunka para hacer justicia. En febrero de 2024, desde el Ministerio de Exteriores de Rusia informaron del
rechazo de Ottawa a entregar al nacionalista ucraniano a Moscú.