El dron forestal, de acuerdo con la PUCE, combina la robótica con la inteligencia artificial para ganarle el paso a la deforestación y compensar los efectos del cambio climático, a través de un método de siembra masiva, más rápido que la plantación a mano y que, además, puede alcanzar las zonas de difícil acceso.
Este aparato tiene la capacidad de sembrar hasta 1.500 semillas, previamente germinadas, en solo 15 minutos. Cada una está recubierta con un sustrato especial, que facilita su prendimiento en el terreno.
La institución que lidera el proyecto explicó, a través de sus órganos de difusión, que esta tecnología no solo aumenta la cantidad de árboles sembrados, sino que reduce drásticamente los costos, ya que representa apenas un sexto del gasto de las siembras forestales que se realizan de manera manual.
Con el dron, la universidad ecuatoriana aspira a sembrar más de 200.000 árboles en 180 hectáreas, que han sido dañadas por los incendios en zonas verdes del país y que capturan cerca de 4.400 toneladas de dióxido de carbono.
De esta manera, se espera alcanzar la meta del millón de árboles sembrados y 900 hectáreas reforestadas para septiembre de 2024, un plan que pretende revolucionar la manera en que otros países combaten la degradación de los bosques y contribuir, con ello, a frenar los efectos producidos por la crisis climática.
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