El mundo hispano
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, dirigió un saludo por el Día Internacional de los Trabajadores y resaltó los logros de España en lo laboral. "Más de 21 millones de afiliados [a la Seguridad Social]. Más de 10 millones de mujeres cotizando. Una subida del SMI [Salario Mínimo Interprofesional] del 54%. El paro juvenil, reduciéndose mes tras mes (...). ¡Feliz 1 de Mayo!", publicó Sánchez en su cuenta de la red social X.
Asimismo, en la capital de Argentina, Buenos Aires, la multitud formó una enorme columna de más de un kilómetro a lo largo de la avenida Independencia, a unos 600 metros del edificio de la Casa Rosada. Cabe destacar que, una huelga general está convocada para el 9 de mayo.
De igual manera, cientos de miles de cubanos salieron a las calles para conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores en diferentes plazas del país.
"A esta hora, millones de cubanos, a lo largo y ancho de la geografía nacional, demuestran una vez más, en combativas y coloridas movilizaciones, que seguimos firmes y unidos en torno a nuestra gloriosa Revolución socialista, defendiendo sus ideales de independencia, soberanía y justicia social", subrayó el secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (sindicatos), Ulises Guilarte de Nacimiento, en el acto efectuado en La Habana.
Con la presencia del presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, y el líder de la Revolución cubana, Raúl Castro, en la concentración habanera el dirigente sindical se refirió al difícil contexto socioeconómico por el que atraviesa el país, el que calificó de "complejo y adverso" con el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba por EEUU hace más de seis décadas, unido a las insuficiencias internas.
"Ante estas desafiantes circunstancias, la fiesta del proletariado mundial la hemos dedicado a la heroicidad del pueblo cubano, que concentra sus esfuerzos en la recuperación económica como la batalla fundamental" expresó.
Otros países
Mientras en ciudades de América Latina las marchas transcurren de forma pacífica, en otras partes del mundo los enfrentamientos con las autoridades han dejado decenas de heridos.
En la capital francesa, París, los manifestantes lanzan ladrillos y fuegos artificiales contra la Policía e incendiaron una furgoneta, informa un corresponsal de Sputnik. Así, los radicales del movimiento Black bloc empezaron a romper adoquines y barreras de piedra, colocando los trozos rotos en sus bolsas y luego arrojándolos contra la policía.
Las fuerzas del orden ya han utilizado gases lacrimógenos en más de una ocasión para hacer retroceder a los manifestantes. Muchos participantes en la manifestación, que cuenta con la ayuda de la Cruz Roja, resultaron heridos.
A su vez, la Policía de Turquía ya detuvo al menos a 210 manifestantes que atacaron a policías e intentaron irrumpir en la plaza Taksim, en el centro de Estambul. Las protestas en ese recinto están prohibidas desde 2013, cuando una concentración en contra de la tala de unos árboles en el parque Gezi creció hasta convertirse en una de las manifestaciones más multitudinarias contra el gobierno de Turquía.
"El 1 de mayo, en Estambul fueron detenidas 210 personas que intentaron irrumpir en la plaza Taksim, a pesar de las advertencias, y atacaron a la Policía", comunicó el ministro del Interior turco, Ali Yerlikaya.
Los informes sobre la detención de decenas de personas llegan también desde Alemania. Afirman que la Policía utilizó gas pimienta y porras contra activistas que se reunieron en las calles de la ciudad de Stuttgart.
En Atenas, Grecia, el mayor sindicato del país reclama la vuelta a la negociación colectiva, después de que los derechos laborales se vieran recortados durante la crisis económica griega de 2010 a 2018. Manifestantes pro-Palestina se unieron a la marcha, ondeando una bandera palestina, informan medios.
En Japón, más de 10.000 personas acudieron a una concentración en Tokio para exigir una subida salarial que palíe el aumento de los precios. En Indonesia, los sindicatos reclaman protección para los trabajadores migrantes en el extranjero y un aumento del salario mínimo. Asuntos similares preocupan a los residentes en Filipinas, donde cientos de trabajadores se manifestaron para exigir salarios más altos y seguridad laboral.
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