El texto, firmado por el columnista y escritor David Ignatius, cita un estudio de la corporación Rand encargado por la Oficina de Evaluación del Pentágono, tiene el objetivo de evaluar la posición competitiva de Estados Unidos frente a una China en ascenso.
De acuerdo con el análisis, la posición competitiva de EEUU "se ve amenazada tanto desde dentro (por la ralentización del crecimiento de la productividad, el envejecimiento de la población, un sistema político polarizado y un entorno informativo cada vez más corrupto) como desde fuera (por el creciente desafío directo de China y la menor deferencia hacia el poder de Estados Unidos por parte de docenas de países en desarrollo)".
Según el estudio de Rand, este declive se está "acelerando" y a menos que los estadounidenses puedan unirse para identificar y solucionar estos problemas, se corre el riesgo de caer en una espiral descendente.
"Cuando las grandes potencias han perdido una posición de preeminencia o liderazgo debido a factores internos, rara vez han invertido esta tendencia", afirma el estudio.
De acuerdo con el análisis, entre las causes del declive de EEUU los autores de Rand citan la adicción al lujo y la decadencia, incapacidad para seguir el ritmo de las demandas tecnológicas, burocracia "osificada", pérdida de virtudes cívicas, sobrecarga militar, élites interesadas y beligerantes y prácticas medioambientales insostenibles.
Como reto para revertir esta decadencia, el estudio de Rand sugiere reconocer los problemas, adoptar una actitud de resolución de problemas en lugar de una ideológica, tener buenas estructuras de gobierno y mantener "el compromiso de las élites con el bien común".
"El mensaje de este estudio es a todas luces obvio. Estados Unidos se encuentra en una pendiente descendente que podría ser fatal. Lo que nos salvará es un amplio compromiso, empezando por las élites, para trabajar por el bien común y el renacimiento nacional. Tenemos las herramientas, pero no las estamos utilizando. Si no podemos encontrar nuevos líderes y acordar soluciones que funcionen para todos, estamos hundidos", concluye Ignatius.