Desde que Javier Milei asumió la presidencia de Argentina, deliberadamente formuló declaraciones públicas que dañaron las relaciones con los Gobiernos de Brasil, a cargo de Luiz Inacio Lula da Silva; y de Colombia, presidido por Gustavo Petro. De hecho, este último decidió retirar a su embajador, ante infundadas acusaciones de "comunista asesino" lanzadas por el presidente argentino al colombiano. Ahora el Gobierno de Luis Arce entró en la mira del mandatario vecino.
La ministra de Seguridad de Milei, Patricia Bullrich, deslizó que las fuerzas de seguridad argentinas reforzaron la frontera de Bolivia, ya que 700 combatientes iraníes estarían listos en Bolivia para atacar Argentina.
En enero pasado, la misma autoridad argentina había anunciado el desmantelamiento de una "célula terrorista", conformada por un instructor de ping-pong de Siria, un peluquero local y un turista español. Finalmente, todos fueron liberados ante la inconsistencia de las acusaciones.
"Sin fundamento alguno"
"Desmentimos y rechazamos enfáticamente que Bolivia proteja en sus fronteras a personas que siembran el terror, la inseguridad y la zozobra. Estas acusaciones carecen de evidencia o documentación y se realizan sin fundamento alguno", dice el comunicado de la cancillería boliviana de este 16 de abril.
Para el analista político Rodrigo Eid, "hay que entender que en política no hay casualidades. Las visitas de Milei a Israel y a Elon Musk no son casuales", dijo en referencia a la reciente gira del presidente argentino en Estados Unidos.
El experto recordó que cuando fue derrocado el expresidente Evo Morales (2006-2019), Musk dijo "un poco en broma y un poco en serio que el golpe obedecía a la necesidad de extraer litio que el entonces presidente quería explotar en beneficio del pueblo boliviano, como ahora hace el presidente Luis Arce", rememoró.
Un conflicto artificial
Eid —quien fue funcionario del Ministerio de Defensa durante la gestión de Arce— observó las prioridades del Gobierno de Milei: "Un país con una crisis tan profunda prioriza la compra de 24 aviones de guerra F-16", usados a Dinamarca, integrante de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El analista consideró que las recientes acusaciones de Argentina no tienen fundamento, porque "Bolivia tiene acuerdos con la mitad del mundo. En el caso de Irán, ha habido una visita del ministro de Defensa de Bolivia, para un intercambio tecnológico".
Por ello, para Eid "se trata de un conflicto artificial para hacerse con los recursos naturales de Bolivia, que es parte del Triángulo del Litio".
Explicaciones
El analista recordó que durante el Gobierno de facto de Jeanine Áñez, en 2020, se desactivaron iniciativas para la explotación del litio, que finalmente fueron recuperadas con el retorno de la democracia.
Eid analizó que según la Constitución vigente, de 2009, "Bolivia es un país pacifista". En este sentido, la cancillería convocó a la representación diplomática de Argentina para que brinde las explicaciones correspondientes.
"Bolivia respeta y aprecia profundamente al pueblo argentino y por ello exigimos el mismo respeto por parte de sus gobernantes hacia esta histórica amistad", dice el comunicado emitido este martes por la Cancillería de Luis Arce.
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