De aquellos polvos, estos lodos
"Y es que la fuerte subida de los tipos y la ralentización económica, los precios han caído más de un 15%. Por extensión, esta espiral ha afectado al sector de la construcción, que registra uno de los peores descensos de actividad de su historia, lo que ha traído consigo las primeras quiebras entre las promotoras inmobiliarias", de acuerdo a Artaz.
Asimismo, los bancos regionales de Alemania, aseguradoras y otras instituciones han estado prestando dinero a fondos y firmas relacionadas con el inmobiliario comercial en un intento desesperado por compensar los bajos márgenes por intereses que obtenían, producto de años de tipos de interés negativos, según analistas de Euromoney.
"Esta situación que sucede en Europa, y particularmente en Alemania, agrava la crisis en general del pueblo europeo, pero muy específicamente genera una tensión en ascenso en los sectores de personas menores de 30 años que son los que están en la necesidad de buscar o consolidar la vivienda porque empiezan a tener familia […] y los pone en situación de mayor vulnerabilidad. Y por lo tanto, a disposición de los grandes actores que tienen capacidad de financiar estos objetivos de la vida cotidiana", resalta Walter Formento, director del Centro de Investigaciones en Política y Economía [CIEPE].
Mientras, en Alemania crece la deuda entre los jóvenes, auténtica espada de Damocles, de acuerdo al estudio anual del grupo alemán Creditreform, firma que se dedica entre otras cosas al cobro de impagos. De su autoría es el Atlas de las deudas, informe anual donde se observa que la categoría de personas con una edad de entre 18 y 30 años es la única en Alemania en la que crece el número de individuos con cuentas pendientes.
En este sentido, Roland Schlag, asesor de personas con deudas en Cáritas Alemania, dijo al periódico español eldiario.es que "El gran problema en el que vemos un crecimiento de casos de 'sobreendeudamiento' tiene lugar a través del 'compra ahora, paga después'". Es decir, una situación a la que se enfrenta una persona que, una vez que paga todas sus facturas, no puede costearse sus necesidades básicas: comida, electricidad, calefacción, etcétera.
Schlag incide en que entre la gente joven, las deudas de hasta 100.000 euros no son una excepción. "Es más habitual las deudas de 10.000 o 15.000 euros, pero esto rápidamente se convierte en una espiral que puede acabar rápido en 30.000 o 40.000 euros. Porque hay bancos que ofrecen acabar con una deuda con un nuevo crédito y así es como se acaban formando cadenas de crédito".
"Lo que hace esencialmente es generar en los jóvenes, que ya entran con una expectativa negativa de futuro, no tan claro, ni tan de largo plazo, pero ingresan en el 'compre ahora' y luego quedan entrampados en la desesperación del 'pague después'. En esa situación de que yo he comprado la vivienda, y empiezo a no poder pagarla, y seguramente ya he formado familia, viene esta situación en que no puedo pagar el crédito, porque no es cierto que tenga trabajo, que tenga un buen salario que me permita dar cuenta de las deudas", señala Formento.
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