Este, a su vez, fue uno de los aspectos principales de la entrevista que Putin concedió al periodista estadounidense. Inicialmente, Putin necesitaba hacer un recorrido histórico por la trayectoria política de Rusia, desde sus orígenes hasta la época moderna, para poder situar tanto al entrevistador como a la audiencia respecto a los problemas que vivimos en la actualidad.
La elección del presidente ruso es bastante justificable. Después de todo, la experiencia de los Estados es, en cierto modo, comparable a la de los individuos, en el sentido de que ambos interpretan y utilizan el pasado para formular no solo actitudes, sino también su propia identidad.
Tras este ejercicio inicial, Putin destacó los múltiples factores que vinculan a rusos y ucranianos, aludiendo en particular a una situación real ocurrida recientemente en el ámbito del conflicto en Ucrania, en la que un grupo de soldados rusos rodea a cierto destacamento ucraniano, exigiéndoles que se rindan, mientras este último grita en respuesta que "los rusos no se rinden".
Este ejemplo fue sin duda uno de los aspectos más destacados de la entrevista, ya que demuestra que todavía existen vínculos inseparables entre rusos y ucranianos –prácticamente dos partes de un mismo pueblo–, vínculos que ningún conflicto podrá destruir.
Además de esta cuestión, Putin también aludió a ciertos episodios de los años 1990, en los que Rusia intentó por todos los medios acercarse a Occidente. Sin embargo, los dirigentes estadounidenses y europeos ignoraron los legítimos intereses de seguridad de Moscú y se negaron a trabajar junto con Rusia para construir una nueva arquitectura de defensa.
Putin destacó que, a principios de la década del 2000, los rusos propusieron un proyecto conjunto con Estados Unidos y Europa en el segmento de sistemas de defensa antimisiles. Sin embargo, las propuestas de Moscú nunca se llevaron adelante.
Recordando una conversación con Bill Clinton, Putin explicó la pregunta que le había hecho al entonces presidente estadounidense sobre la posibilidad de que Rusia se uniera a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Al principio, Clinton no se opuso a la idea, pero después de una conversación a puerta cerrada con su "delegación", Clinton dijo que tal posibilidad no era viable. Este episodio es muy ilustrativo y muestra cómo Rusia intentó acercarse a Occidente en diferentes momentos de su historia, proponiendo mecanismos que pudieran superar el legado de animosidad y desconfianza mutua de la época de la Guerra Fría.
Vladímir Putin
© AFP 2023 / Gavriil Grigorov
Desafortunadamente, Estados Unidos optó por apoyar procesos que debilitarían a Rusia a nivel nacional e internacional. Un ejemplo citado por Putin a este respecto fue el apoyo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a grupos terroristas en el Cáucaso a finales de los años 1990 y principios de los años 2000.
Luego vino el apoyo estadounidense al golpe de Estado en Ucrania en 2004, la infame Revolución Naranja y la incitación de movimientos nacionalistas en ese país en torno a figuras controvertidas como Stepán Bandera. Bandera, que apoyó a los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, incluso fue elevado a la categoría de héroe nacional en Ucrania. Rusia no solo no podría aceptar tales acontecimientos en el país vecino, sino que también defendería la desnazificación de Ucrania como uno de los objetivos de la operación militar especial.
Sin embargo, Putin mencionó los planes de Occidente de desmembrar a Rusia para poder controlarla eficientemente. Esta intención se basa en la negativa a aceptar que Rusia sea una voz fuerte e independiente en el escenario internacional y en la negativa a aceptar la realidad de un mundo multipolar. Sin embargo, el presidente ruso aludió a la velocidad de las transformaciones que se están produciendo hoy, poniendo de forma irreversible la hegemonía occidental.
"Es como el amanecer. Nadie puede detenerlo, hay que adaptarse a él", dijo Putin. En el pasado, grandes imperios surgieron y cayeron. Así fue con el Imperio mongol de Gengis Kan, así fue con el Imperio Romano. Así será con el actual Imperio Americano.
De hecho, Estados Unidos mismo contribuye a acelerar su caída, cuando utiliza el dólar como arma política, por ejemplo. A partir de 2022, ante la política de sanciones de Occidente contra Rusia liderada por Washington, cada vez más países reducen el papel del dólar en el comercio y en sus reservas internacionales, un verdadero golpe al poder de EEUU en el mundo.
No es de extrañar que, dadas las respuestas del presidente ruso, Tucker Carlson pareciera a veces sorprendido, a veces pensativo. Relegado por Fox News tras años como presentador principal de la cadena, el periodista estadounidense convirtió su entrevista con Putin en un proyecto de redención personal. ¡Y lo hizo! Este no solo fue el punto más alto de toda su carrera, sino que la entrevista sirvió para mostrar a Estados Unidos y a Occidente en general la verdad sobre Rusia.
Tucker Carlson y Vladímir Putin
© AFP 2023 / Gavriil Grigorov
Después de todo, independientemente de las barreras impuestas a Rusia en los últimos años, la verdad siempre encuentra una manera de revelarse. La conversación de Tucker Carlson con Putin representó precisamente este momento y también representa un obstáculo a la narrativa autoritaria de Occidente, que no permite expresar opiniones diferentes sobre el conflicto en Ucrania.
En cualquier caso, de la entrevista quedó claro que Tucker Carlson también anhela el fin de las hostilidades en Europa del Este. En ocasiones, el periodista estadounidense preguntó a Vladímir Putin si Rusia estaría dispuesta a poner fin al conflicto mediante negociaciones. La respuesta del presidente ruso fue clara.
Moscú nunca se ha negado a negociar y, más aún, en abril de 2022, rusos y ucranianos estuvieron muy cerca de firmar un acuerdo de paz. Si no fuera por Occidente (en la forma de políticos irresponsables como Boris Johnson y Joe Biden, que obstaculizan el proceso de negociación), el conflicto, como afirmó Putin, habría terminado hace 18 meses. Por tanto, la idea de que Rusia estaría interesada en prolongar la guerra siempre fue mentira.
Fue Estados Unidos y sus secuaces quienes, al creer en la ilusoria derrota estratégica de Rusia, alimentaron la continuación de la tragedia. En cualquier caso, esperar que la entrevista de Putin haga que las élites occidentales entren en razón sería demasiado ingenuo.
Sin embargo, ciertamente ha puesto a Occidente contra la pared. Además, felicitaciones a Tucker Carlson que tuvo el coraje de contribuir no solo a la libertad de expresión, sino también al triunfo de la verdad.
Las opiniones expresadas en este artículo pueden no coincidir con las del equipo editorial.
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