"Hasta la fecha los países occidentales no han condenado de manera enérgica este terrible acto terrorista, el terrible derribo del avión en el que se encontraban nuestros pilotos y el personal acompañante, murieron ciudadanos rusos, pero también murió una gran cantidad de prisioneros ucranianos", declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en una comparecencia ante la prensa.
El 24 de enero, las tropas ucranianas derribaron el Il-76 con los prisioneros ucranianos cuando la aeronave se encontraba en la región fronteriza rusa de Bélgorod. El canje de prisioneros pactado con el Gobierno de Ucrania debía tener ese mismo día. Un segundo avión ruso con 80 prisioneros tuvo que regresar para evitar los misiles ucranianos.
Peskov enfatizó que el mundo no ha escuchado ninguna condena del bloque occidental en el Consejo de Seguridad de la ONU que se reunió el 25 de enero para abordar ese tema.
"Esos hechos exigen la debida evaluación por parte de la comunidad internacional", apostilló.
Desde la representación de Rusia ante la ONU desvelaron que había muchos indicios de que el avión ruso con los prisioneros ucranianos fue derribado con los misiles estadounidenses Patriot o los alemanes IRIS-T. El embajador adjunto ruso Dmitri Polianski señaló que si esto se confirmaba, los países occidentales serán cómplices directos de este crimen.