"En el contexto de la inestabilidad global y el aumento de la tensión a lo largo del perímetro de las fronteras exteriores de la CEI, las cuestiones relativas a garantizar la seguridad en todas sus dimensiones naturalmente estarán en la agenda", afirmó el ministro.
Lavrov también señaló que los países de la región enfrentan desafíos como la lucha contra el terrorismo, el extremismo, el crimen organizado, el narcotráfico, la corrupción, así como el aumento de la actividad biológico-militar de Estados Unidos en Eurasia.
Además, el jefe de la diplomacia rusa destacó la necesidad de que la CEI trabaje conjuntamente con la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, la Organización de Cooperación de Shanghái y otras asociaciones interestatales de la Gran Eurasia.
"La atención se centrará en fortalecer la coordinación en la política exterior", enfatizó Lavrov.
El 1 de enero Rusia asumió la presidencia rotativa de la CEI.
La CEI, fundada en 1991 tras la disolución de la Unión Soviética, actualmente reúne a Azerbaiyán, Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Rusia, Moldavia, Tayikistán y Uzbekistán.