"Tal vez fue un recurso extremo, pero creo que necesario, porque los militares han tenido presencia en el territorio, pero no haciendo uso de su fuerza", apuntó Pontón.
"A pesar de que uno le dé nombre y apellido a estas organizaciones, están bastante mimetizadas con la población. Se puede saber quiénes son los cabecillas y detenerlos, pero rápidamente se reagrupan y se rearticulan", alertó.
"El riesgo que puede tener Noboa es que esta estrategia tiene que dar resultados en el corto plazo, porque si se extiende, todos sabemos los resultados. No podemos caer en una guerra civil", sostuvo.
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