"Tras la anterior reducción de precios, en las circunstancias actuales, los precios de la electricidad y el gas pueden volver a subir en 2024. No es una buena señal para los consumidores", declaró el empresario al diario germánico Rheinische Post.
Birnbaum añadió que se trata de un problema complejo causado por el aumento del impuesto al valor agregado (IVA) sobre el gas, la supresión de los controles de precios a los usuarios finales por el funcionamiento de las redes energéticas y otras medidas gubernamentales para mantener los precios del combustible y la electricidad.
Las importaciones de gas de Alemania se han visto afectadas desde que el país europeo decidió dejar de comprarlo a Rusia, tras el inicio del conflicto en Ucrania.
Las adquisiciones de gas de Alemania se redujeron 1,8 veces entre enero y septiembre de 2022, hasta 65.900 millones de metros cúbicos (mmc), desde los 121.700 mmc, y en 2023 se han desplomado hasta 47.900 mmc, indican datos del Servicio de Estadística alemán.
No obstante, el precio medio anual de un metro cúbico de gas ha subido bruscamente de 0,18 euros en 2021 a 0,45 en 2023. Como consecuencia de ello, incluso a pesar del importante desplome de las importaciones, Berlín gastó en gas más o menos lo mismo que hace dos años: 21.300 millones de euros entre enero y septiembre de 2023, frente a los 22.200 millones del mismo periodo de 2021.
El 9 de diciembre, el jefe del Gobierno alemán, Olaf Scholz, responsabilizó a Rusia del corte del suministro de gas a Europa y añadió que Alemania ha perdido la mitad de los hidrocarburos que recibe. En sus palabras, para remediar la situación, Berlín tuvo que empezar a adquirir más gas de Noruega y a construir terminales del natural licuado (GNL) en el norte del país.
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