Con la
primera planta industrializadora de carbonato de litio, inaugurada en el emblemático salar de Uyuni, comenzaron a llegar a Bolivia propuestas para comprar la producción, incluso la que aún no ha sido extraída.
Desde YLB
difundieron que una empresa de Corea del Sur solicitó
26.000 toneladas hasta 2027. Desde otros países de Asia y Europa también se mostraron interesados en el mineral estratégico. ¿Cuál es la perspectiva para el negocio, considerando que el precio internacional de este metal viene en caída?
El gerente de comercialización de la firma boliviana, Sergio Huasebe, indicó que también existe interés en comprar el metal por parte de empresas de
China, Rusia, Emiratos Árabes Unidos y Turquía, según declaraciones
recogidas por el periódico gubernamental
Ahora El Pueblo.
YLB tiene en construcción otras cinco plantas industrializadoras con tecnología de
extracción directa de litio (EDL). Dos de ellas con una empresa de Rusia,
Uranium One Group, y otras tres con firmas de China (CBC y Citic Guoan). Cuando estén a funcionamiento pleno, posiblemente en 2026, se espera que Bolivia tenga una producción anual de
130.000 toneladas de carbonato de litio.
Para el diputado Omar Yujra, las 23 millones de toneladas certificadas de litio que descansan en salares de los departamentos de Potosí y Oruro son motivo suficiente para atraer eventuales compradores.
En este sentido, aseguró, "la perspectiva de la industria del litio es muy buena para Bolivia y también para la región. Estamos en un tiempo en que el mundo quiere cambiar la matriz energética, dejando los combustibles fósiles por otro tipo de energías más limpias".
El parlamentario agregó que el litio será clave para países como Argentina y Chile, que también poseen reservas cuantiosas de este metal, usado fundamentalmente para el desarrollo de la industria automotriz eléctrica.
Para el diputado del Movimiento Al Socialismo (MAS) las ofertas a Bolivia se relacionan con una política gubernamental de apertura a los demás países.
El legislador no dudó que la planta inaugurada a mediados de diciembre "va a representar un importante ingreso para el país". Cuando funcione a su máxima capacidad, en 2025, esta primera usina generaría 15.000 toneladas anuales de carbonato de litio. La inversión total para el desarrollo de cinco plantas supera los 3.000 millones de dólares.
Las comunidades originarias que viven en el salar o en sus cercanías esperan beneficiarse con el desarrollo de esta industria en la región.
Según el dirigente consultado, "el litio es considerado para el desarrollo de las energías verdes, por eso apoyamos la industrialización, aunque falta todavía. Pero estamos avanzando".
Las familias del sur de Potosí esperan que la industrialización traiga puestos de trabajo para que regresen muchos jóvenes que migraron "sobre todo a la vecina Chile, adonde se van para tener trabajo. Los problemas aquí con el clima, la sequía, la helada, han afectado la producción. Además, no hay pastizales para nuestros ganados", fundamentalmente camélidos, relató Cruz, quien fue secretario ejecutivo de la Federación Regional Única de Trabajadores y Campesinos del Altiplano Sur (Frutcas).
Además, explicó que en las comunidades también tienen preocupaciones "sobre el tema del medio ambiente, el tema del agua. Queremos que haya equilibrio entre el desarrollo y el ecosistema de la región. Sabemos que estas plantas van a consumir bastante agua", advirtió.
"Consideramos que con las ganancias que se tenga por la venta de carbonato de litio podríamos mitigar este tema. El agua dulce es fundamental para el sector productivo de quinua y los camélidos. Me parece importante ya hablar de este tema", sostuvo el dirigente campesino.
Durante 2022, la
cotización de la tonelada de litio se aproximó a
80.000 dólares. Desde entonces bajó, hasta concluir 2023 con un precio de
16.000 dólares por tonelada.
Para el diputado Yujra, "se ha visto esa disminución principalmente por la disminución de la demanda de China, que en cualquier escenario tiene repercusión en materia de precios. Por el momento nosotros no definimos los precios internacionales", consideró.
Para que ello suceda, sería necesario que los países de la región, incluido México, se organicen al estilo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Así "se podría
definir una estrategia conjunta para la industria del litio. Pero bueno, eso se verá en el transcurso de los próximos años", comentó el también economista.