Tras el ataque de Hamás contra el estado hebreo
del 7 de octubre, Tel Aviv ha dejado en claro que su principal objetivo, incluso por encima del regreso de los cien ciudadanos todavía secuestrados, es desmantelar a la organización política y militar responsable de la agresión que dejó más de 1.200 muertos.
"El primer ministro Benjamín Netanyahu, de Israel, ha enfatizado repetidamente ese objetivo incluso mientras enfrenta una creciente presión internacional para reducir las operaciones militares", señala el diario, en relación al ataque indiscriminado que Israel viene realizando, con el apoyo de Estados Unidos, sobre el territorio palestino, que ya ha dejado más de 21.000 muertos, según las últimas cifras oficiales.
Sin embargo, pese a las declaraciones de Netanyahu y sus principales funcionarios de que Israel "destruirá" a Hamás, el NYT apunta que cada vez son más los líderes mundiales y expertos que creen que este objetivo no es realizable.
Desde su aparición en 1987, el movimiento radical palestino ha sobrevivido a repetidos intentos de eliminar a sus dirigentes, recuerda el diario. La estructura misma de la organización fue diseñada para absorber tales contingencias, según especialistas políticos y militares.
"Además, las
tácticas devastadoras de Israel en la guerra de Gaza amenazan con radicalizar a un segmento más amplio de la población, inspirando a nuevos reclutas", afirma el artículo.
Hamás tiene sus raíces en la ideología de que debe oponerse por la fuerza al control israelí sobre lo que considera tierras palestinas, un principio que probablemente perdure, dijeron los expertos consultados por el New York Times.
"Mientras exista ese contexto, de alguna forma siempre existirá Hamás", dijo el analista Tahani Mustafa, experto en Palestina del think tank International Crisis Group, con base en Bruselas. "Asumir que se puede simplemente descabezar una organización como esa es una fantasía".
Un exfuncionario de inteligencia
de Israel, Michael Milshtein, criticó las declaraciones de algunos líderes de su país que aseveran que Hamás está a punto de ser quebrada, pues eso podría crear falsas expectativas sobre la duración de la guerra.
"Han estado diciendo esto durante un tiempo, que Hamás está colapsando", dijo Milshtein. "Pero simplemente no es cierto".
El Ejército israelí dijo esta semana, precisa el diario, que había matado a unos 8.000 combatientes de Hamás, de una fuerza estimada entre 25.000 y 40.000. Pero no está claro cómo se hace el recuento, afirma el NYT. Alrededor de 500 se han rendido, según las fuerzas armadas del Estado hebreo, aunque Hamás ha desmentido esa cifra.