Milei prometió durante su campaña modernizar la defensa argentina mejorando el equipo y la infraestructura militar, reforzando el entrenamiento y adoptando nuevas capacidades tecnológicas y operativas.
El 10 de diciembre, durante
su toma de posesión, el presidente electo declaró al pueblo que se preparara para un doloroso ajuste de choque con drásticos recortes del gasto público. Milei
designó al excandidato a vicepresidente Luis Petri como su ministro de Defensa, que trabajó como abogado y tiene experiencia en seguridad. El mandatario de Argentina
eligió a Patricia Bullrich como ministra de Seguridad. Bullrich es una firme defensora de la participación militar en la seguridad interior.
Milei también afirmó que su Administración revisaría y actualizaría la política de defensa del país para reflejar mejor el entorno geopolítico y señaló que uno de los objetivos de su nuevo plan es aumentar la colaboración internacional para reforzar las relaciones de Argentina con Estados Unidos y otros países occidentales. Y el nuevo ministro de Defensa expresó su interés en
suministrar a Ucrania dos helicópteros
Mi-17 de fabricación rusa que están actualmente al servicio de la Fuerza Aérea argentina. Es otra señal de que
el país se inclina hacia Occidente, subrayó el analista.
Lafferriere acordó que el Gobierno debe centrarse en la mejora de su Ejército, pero advirtió que un cambio de política será un "gran desafío". De acuerdo con el experto, tras varias décadas de desatención política y financiera, las Fuerzas Armadas argentinas necesitan no solo ser reequipadas, sino también reconvertidas. Al haberse quedado atrás, "su doctrina, organización y despliegue son hoy obsoletos", expresó.
"El primer paso debería ser una revisión profunda y una actualización de la política de defensa nacional. Pero
no veo que el nuevo Gobierno tenga la voluntad de abordar un reto tan alto, que los sucesivos gobiernos habían evitado desde la década de 1990",
indicó Lafferriere.
Entretanto,
la financiación es otro problema, comentó el director nacional de formación del Ministerio de Defensa y profesor de la Universidad Nacional de la Defensa en Buenos Aires,
Sergio Eissa. Después de que los legisladores rechazaran el presupuesto presentado por el Gobierno anterior para el año fiscal 2024, es probable que la nueva Administración tenga que utilizar los niveles de financiación del año 2023. El problema es que si se utiliza la suma aprobada para 2023, su valor real será muy inferior como consecuencia de
la alta inflación, explicó el experto.
Previamente, Milei
se reunió con su Gobierno para discutir el plan de reforma del Estado y aspira a
pedir facultades extraordinarias, gracias a lo que podría eludir la conformidad del poder legislativo.