A continuación, el presidente saliente, Alberto Fernández, le entregó la banda y el bastón presidenciales. Luego tomó juramento como nueva vicepresidenta Victoria Villarruel.
Tras la ceremonia de juramentación como nuevo jefe de Estado, Milei dio un discurso en las escalinatas del Congreso legislativo en Buenos Aires, en el que prometió el comienzo de "una nueva era" para el país.
El flamante mandatario señaló que "los argentinos, de manera contundente, han expresado una voluntad de cambio que ya no tiene retorno".
"No hay vuelta atrás, hoy enterramos décadas de fracaso, peleas intestinas y disputas sin sentido. Hoy comienza una nueva era en Argentina, una era de paz y prosperidad, una era de crecimiento y desarrollo, una era de libertad y progreso", subrayó.
El presidente prometió un severo plan de ajuste, asegurando que es la única opción que tiene el país para superar su crisis económica.
"La única opción posible es el ajuste, un ajuste ordenado y que caiga con toda su fuerza sobre el Estado y no sobre el sector privado", afirmó.
El flamante argumentó que para superar la "herencia" que recibe su nuevo Gobierno, de más de
40% de pobreza y
una inflación que supera el 140% anual, la única opción es una política de
shock, ya que en el pasado "todos los programas gradualistas terminaron mal".
"Además, para hacer gradualismo es necesario que haya financiamiento, y lamentablemente tengo que decírselos de nuevo: no hay plata", agregó.
Milei admitió que el ajuste repercutirá en el empleo y en la población en general, pero aseguró que luego "la situación comenzará a mejorar".
"Hay luz al final del camino", señaló.
Asimismo, el líder argentino prometió mano dura contra la delincuencia para acabar con el "baño de sangre" en el país.
"El nivel de deterioro de nuestro país es tal que abarca todas las esferas de la vida en comunidad. En materia de seguridad, Argentina se ha convertido en un baño de sangre (…) Ahora se acabó el 'siga, siga' de los delincuentes", afirmó.
El nuevo jefe de Estado señaló que "los delincuentes caminan libres mientras los argentinos de bien están tras las rejas".
Es la primera vez en la historia de Argentina que el pueblo elige a un economista para la Presidencia.
Milei dio su discurso ante miles de seguidores que gritaban "¡Libertad, libertad!", así como "¡Motosierra, motosierra!", en alusión al símbolo de ajuste estatal usado por el ahora presidente en su campaña.
Al acto asistieron varios dignatarios extranjeros, entre ellos los presidentes Gabriel Boric, de Chile, Luis Lacalle Pou, de Uruguay, así como el rey de España, Felipe VI, y el expresidente brasileño Jair Bolsonaro (2019-2022).
Milei planea reducir drásticamente el gasto del sector público, llevar a cabo reformas fiscales y privatizaciones a gran escala, levantar una parte importante de las restricciones al comercio exterior, lo que facilitará enormemente las importaciones,
convertir el país a dólares y "reducir a cero" la participación estatal en los proyectos de construcción de infraestructuras, ya que no hay fondos para ello en el presupuesto.