Esto lo señaló a raíz del censo que se realiza en cada entidad de la nación latinoamericana para conocer cuántas familias no localizan a sus seres queridos; destacó que en las próximas semanas se tendrá concluido, ya que, de acuerdo con el estudio, hay personas que han sido localizadas.
De acuerdo con
datos de la Comisión Nacional de Búsqueda del Gobierno de México, del 1 de enero de 1962 al 13 de noviembre, 113.165 personas permanecen como desaparecidas y no localizadas.
En su mensaje, el mandatario mexicano rechazó que, en los últimos años, las desapariciones en el territorio hayan aumentado.
"Yo no soy [Felipe] Calderón. Nosotros no reprimimos; no se ordena la desaparición de nadie. No hay impunidad, no hay tortura, no hay masacres, pero ellos, con el propósito, a lo mejor algunos ni sabían en qué estaban metidos, pero sí arriba hay gente interesada no solo en demostrar que somos iguales, sino en socavar las instituciones", aseveró.
Las causas por las que este fenómeno ocurre son diversas, pero una que señalan tanto las autoridades como organismos internacionales es la prevalencia del crimen organizado en el país latinoamericano, mismo que tuvo un mayor auge tras la fallida estrategia contra el narcotráfico implementada en el gobierno del exmandatario Felipe Calderón (2006-2012).
"En términos de mera estadística, las dimensiones de la desaparición en los últimos 12 años, en el contexto de otra mal llamada guerra contra el narco superan, y por mucho, las históricas desapariciones forzadas, perpetradas por motivos de represión política", refirió el
informe La desaparición forzada en México: una mirada desde los organismos del Sistema de Naciones Unidas.
Ante esta situación, el Gobierno de México ha creado organismos como la CNB y legislaciones como una ley general de desaparición forzada y cometida por particulares, pero no ha sido suficiente.
Al menos existen un centenar de
agrupaciones y colectivos conformados por familiares de personas desaparecidas y activistas que, día con día, buscan a sus seres queridos. Algunos de ellos están dentro del
Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México, que impulsa no solo el hallazgo de estos mexicanos, sino que el Estado asuma la responsabilidad que le corresponde por estos crímenes.