Internacional

"Justin Trudeau ve fascismo en todos lados, menos cuando lo tiene enfrente"

Mientras el primer ministro de Canadá Justin Trudeau llama fascistas a todos sus adversarios políticos y, básicamente, a cualquiera que no esté de acuerdo con él, le aplaude a un excombatiente que luchó bajo el mando de los nazis en la Segunda Guerra Mundial, ironizó el columnista británico Brendan O'Neill.
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En un artículo de opinión publicado en la revista británica The Spectator, el periodista señaló la "brillante aunque sombría ironía de la ovación del parlamento canadiense a Yaroslav Hunka", excombatiente de 98 años de la división Galizien de la Schutzstaffel (SS) que fue homenajeado en el parlamento de Canadá.

"Fue un espectáculo extraordinario, seguramente sin precedentes en el Occidente moderno. A instancias del presidente de la Cámara de Representantes, Anthony Rota, los parlamentarios se pusieron de pie y aplaudieron con entusiasmo", señaló el editorialista.

Lo extraordinario del hecho para O'Neill es que el propio Trudeau, "el hombre más correcto de la cristiandad, ostentoso detestador de la extrema derecha", también aplaudió al colaborador nazi ucraniano.
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Dicho en otras palabras, se trata del mismo Justin Trudeau que "ve fascismo en todas partes, menos cuando lo tiene enfrente", describe en la publicación del diario.
"El que tilda a sus críticos de extrema derecha, como cuando insinuó que el Convoy de la Libertad de camioneros –que en 2022 protestó en Ottawa contra la vacunación obligatoria– era un grupo de extrema derecha o, al menos, muy extremista. Incluso, una revista de izquierda calificó a los camioneros de movimiento 'protofascista'".

"Todos saludan a la Canadá moralmente correcta, donde los hombres de clase trabajadora que defienden sus puestos de trabajo son 'protofascistas', mientras que un exsoldado cercano al fascismo es aplaudido en los pasillos del poder", contrastó O'Neill.

El 24 de agosto, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, el primer ministro Justin Trudeau y diputados canadienses aplaudieron de pie a un excombatiente de la División Galizien de las SS durante su visita al Parlamento del país norteamericano.
Dicha División, conformada por colaboradores voluntarios ucranianos, participó en operaciones opresivas contra civiles judíos, polacos, rusos y comunistas durante la Segunda Guerra Mundial.
Lo sucedido causó descontento en gran parte de la sociedad civil y política, no solo de Canadá, sino de otros países. Desde Polonia declararon que Varsovia "nunca aceptará encubrir a semejantes criminales y espera disculpas". Mientras que Rusia afirmó que Moscú está indignada por el homenaje a Yaroslav Hunka.
"Es una actitud descuidada hacia la memoria, y la memoria debe ser preservada en relación con los nazis. Sin importar la edad que tengan, estos crímenes no prescriben (…) tal negligencia, por supuesto, es indignante", señaló el 25 de septiembre el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, considero como una mentira las palabras de Trudeau en el sentido de que no sabía nada del pasado del colaborador nazi ucraniano.
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