El 10 de agosto, el presidente de estadounidense
Joe Biden, solicitó 24.000 millones de dólares de financiación adicional para Ucrania.
"No importa cuán comprensivos seamos con el pueblo ucraniano, mi juramento me obliga a poner al pueblo estadounidense en primer lugar. Animo a mis colegas a oponerse a cualquier intento de mantener al gobierno federal como rehén de la financiación de Ucrania", escribió Paul en Twitter, ahora X.
En la misiva, el congresista aseguró que
no consentirá "la aprobación acelerada de ninguna medida de gasto que proporcione más ayuda a Ucrania".
"En pocas palabras: no tenemos dinero extra para enviar a Ucrania. Nuestro déficit este año superará los 1,5 billones de dólares. Pedir dinero prestado a China para enviarlo a Ucrania no tiene sentido", declaró.
Asimismo recordó que, desde el inicio de la operación militar especial rusa en Ucrania, el contribuyente estadounidense ha aportado a Kiev 113.000 millones de dólares. "Entre el 24 de febrero de 2022 y finales de este mes, en promedio llegará a 6.800 millones de dólares al mes, o 223 millones de dólares al día", detalló.
Además, en el marco de la visita de Zelenski a Washington para presionar a las autoridades estadounidenses a conceder más apoyo,
Paul cuestionó cuándo terminarán las solicitudes de ayuda y recordó que la contraofensiva ucraniana no ha conseguido ningún logro significativo.
Por esa razón, consideró que el respaldo público al apoyo a Ucrania continúa disminuyendo entre la ciudadanía, lo que se demuestra en una encuesta reciente de la cadena CNN, que arrojó que la mayoría de los estadounidenses se opone a que el Congreso autorice fondos adicionales para el país eslavo.
Después de asegurar que no tolerará este "incumplimiento del deber" como representantes del pueblo, Paul advirtió que entre más se prolongue el conflicto enviando armas y apoyo económico a Kiev, mayor será el riesgo de una escalada que lleve a Estados Unidos a
un enfrentamiento directo con Rusia.
Paralelamente, el republicano aprovechó para cuestionar los altos índices de corrupción de Ucrania y la falta de transparencia por parte del Senado estadounidense para implementar mecanismos de supervisión eficaces para garantizar que "los dólares de los impuestos estadounidenses, ganados con tanto esfuerzo, no sean víctimas del despilfarro, el fraude y el abuso".
Rusia
lanzó su operación militar especial en Ucrania en respuesta a la solicitud de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, para que se les preste ayuda frente al genocidio por parte de Kiev.