Cerca de 29.000 personas torturadas, más de 3.200 asesinadas o desaparecidas, bebés apropiados dados en adopción y menores ejecutados, son algunas de las atrocidades perpetradas en Chile durante la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990).
El 11 de septiembre de 1973 las Fuerzas Armadas chilenas tomaron posiciones en todo el país, controlaron los medios de comunicación y rodearon el Palacio de la Moneda, sede del gobierno, donde se encontraba el presidente Salvador Allende (1970-1973).
"Allende fue un demócrata, que creyó en una sociedad diferente y su legado sigue al día de hoy", dijo a Telescopio la analista polìtica chilena Natalie Rojas-Vilches, colaboradora del Centro de Estudios Latinoamericanos de Geopolítica e integrante de Nodo XXI.
"Su presidencia suponía una piedra en el zapato para los intereses de EEUU. Salvador Allende impulsaba un proyecto político donde por primera vez muchas izquierdas se articulaban creyendo en una vía democrática", agregó la entrevistada.
El golpe de Estado dio origen al establecimiento de una junta militar liderada por Augusto Pinochet, que limitó la libertad de expresión, suprimió los partidos políticos y disolvió el Congreso, en una dictadura que se extendió por 17 años, hasta 1990.
El secretario de Estado estadounidense en la época era Henry Kissinger, quien llegó a reconocer años después que era una "prioridad" para Estados Unidos que la economía chilena sufriera el mayor número de problemas posible y que contribuyeron a ello.
"Está comprobada la inyección a medios de comunicación para que disfrazarán las atrocidades ocurridas en la dictadura y divulgaran lo que ahora llamamos fake news o noticias falsas", indicó Rojas-Vilches.
Consultada sobre el anuncio de la alianza opositora Chile Vamos de no participar en los actos conmemorativos por el 50 aniversario del golpe de Estado, la entrevistada dijo que "no le sorprende, ya que nunca acudieron a este tipo de actos que refuerzan la democracia y la memoria histórica".
"Están haciendo con este negacionismo una apología a una dictadura que hizo desaparecer personas. Se torturó y asesinó a miles de chilenos y chilenas. Es un tema muy preocupante", sostuvo Natalie Rojas-Vilches.
En las décadas de 1970 y 1980, América Latina fue afectada por las dictaduras militares que llevaron a cabo delitos de lesa humanidad.
"El tema de los 50 años ha sido bastante controversial. Hace un año estábamos ante un eventual cambio constitucional y el comienzo de un gobierno de izquierda [Gabriel Boric]. Ahora la derecha ha intentado instalar una constante de negacionismo en torno a lo que significó el golpe como introducción a la democracia", destacó la experta chilena.
"Vimos el esfuerzo colectivo de las organizaciones sociales y en derechos humanos, junto a partidos políticos que se sumaron a esta articulación en reivindicar no solo el legado de Allende, sino que en ningún caso un golpe de Estado es una solución para frenar problemas institucionales", subrayó la analista.
En el marco de este aniversario, el presidente chileno Gabriel Boric, presentó una batería de proyectos de ley sobre derechos humanos, entre los que se destacan un proyecto para reconocer oficialmente a los detenidos desaparecidos y otro que levanta el secreto del Informe Valech, que recoge testimonios sobre delitos cometidos por la dictadura de Augusto Pinochet.
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