"Creo que por mucho dinero que se necesite [para restaurar la presa], es un proyecto económicamente viable. Por lo tanto, no se trata de fondos, sino de deseo y conveniencia. Existen tales intenciones, y ya se están diseñando los planes", afirmó Vladímir Saldo.
Una parte de la presa, en el curso bajo del Dniéper, sufrió graves daños estructurales en la madrugada del pasado 6 de junio. Los destrozos provocaron una descarga descontrolada del agua desde el embalse de Kajovka e inundaciones en ambas márgenes del río, controladas respectivamente por las tropas de Rusia y Ucrania. Desde el Kremlin señalaron que la destrucción de la central hidroeléctrica es un sabotaje deliberado de Kiev y advirtieron que la destrucción de la central podría tener consecuencias para varias decenas de miles de habitantes de la región, así como para el medioambiente.
La central hidroeléctrica de Kajovka completa al sur una cascada de seis represas a lo largo del Dniéper. Construida en la década de 1950, la presa se encuentra cerca de la ciudad de Nóvaya Kajovka, perteneciente a la provincia de Jersón, que se incorporó a Rusia a finales de septiembre de 2022.