El índice bursátil CSI 300, que cotiza en las Bolsas de Shanghái y Shenzhen, estaba "en camino de registrar las mayores ganancias en más de un mes", mientras que el índice compuesto de Shanghái "parecía a punto de registrar la mayor subida desde noviembre", según Bloomberg.
Este 27 de agosto, el índice compuesto de Shanghái y el CSI 300 subieron cerca de un 5,5%, mientras que el Hang Seng de Hong Kong aumentó un 1,8%. Esto se produjo después de que China anunciara nuevas medidas para atraer de nuevo a los inversores a los mercados bursátiles del país, que incluyen la reducción a la mitad por parte de Pekín del impuesto de timbre sobre las operaciones bursátiles y la promesa de ralentizar el ritmo de las ofertas públicas de venta (OPV).
El Ministerio de Finanzas chino declaró que el objetivo de las medidas es "vigorizar los mercados de capitales y reforzar la confianza de los inversores". La Comisión Reguladora del Mercado de Valores del país asiático, por su parte, afirmó que ralentizará el ritmo de las OPV citando "las recientes condiciones del mercado", sin dar detalles sobre cómo lo hará.
Esta medida de Pekín aumentó las esperanzas de un cambio de tendencia en el mercado de renta variable chino, comentó a este respecto el jefe de investigación para Asia de Australia & New Zealand Banking Group, Khoon Goh.
"La última vez que se recortó la tasa fue en 2008, lo que ayudó a impulsar un repunte. Los inversores esperan que esta vez se repita", destacó el analista.
Goh se hizo eco de los analistas de China International Capital Corp., entre ellos Pu Han, quien declaró que "la escala, la fuerza y la velocidad de las medidas superaron todas las expectativas".
"La creciente fuerza de las herramientas políticas elevará la confianza del mercado, amplificando la señal positiva para el mercado", resaltó.
Los acontecimientos se producen después de que el presidente de la Reserva Federal norteamericana, Jerome Powell, dejara claro que el organismo podría tener que subir más los tipos de interés para frenar la inflación en el país.
"Procederemos con cautela a la hora de decidir si endurecemos aún más la política monetaria o, por el contrario, la mantenemos constante a la espera de nuevos datos. Es tarea de la Reserva Federal reducir la inflación hasta nuestro objetivo del 2%, y así lo haremos", señaló.
Los tipos de interés estadounidenses ya pasaron de casi cero a principios de 2021 al 5%, la subida más rápida desde la década de 1980.
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